Los auténticos jardines japoneses persiguen alcanzar la estética tradicional ligada a la espiritualidad y simbología de los elementos utilizados en su concepción en un intento por comprender los valores de la Naturaleza.
¿Qué encontrarás aquí?
Concepto de jardín japonés
En su esencia, el jardín japonés es un intento por parte del hombre de capturar el espíritu de la Naturaleza, reconociendo el ciclo de los cambios estacionales y la transitoriedad de la vida misma.
La concepción original del jardín japonés era recrear un entorno atrayente para las deidades del cielo y que estas vivieran cerca de los humanos.
El agua y las rocas son características definitorias del jardín japonés
En la filosofía Zen el universo se compone de dos fuerzas opuestas, pero complementarias, el yin y yang y es a través de la interacción de estas fuerzas fundamentales como se crean la energía y el movimiento, y por lo tanto la vida misma.
En el contexto del paisajismo y los jardines japoneses zen, el yin puede reconocerse con la presencia de agua, ya sea que esté inmóvil o fluyendo y las rocas o piedras son vistas como una expresión de yang. Es así como ésta filosofia oriental acabó estableciendo los conceptos fundacionales de los actuales jardines zen ( también llamados karesansui).
Existe gran variedad de jardines, desde pequeños espacios ajardinados en los alrededores de los edificios hasta los grandes jardines históricos en santuarios y parques. Pero todos ellos se inspiran en una tradición de más de 1400 años.
¿Quieres visitar un jardín japonés? Visitemos a través del siguiente vídeo el Jardín Japonés de Portland , Oregón (EEUU),
Sea cual sea el estilo particular de un jardín japonés en concreto, todos recogen la tradición y la estética del sakuteiki, el que es considerado el primer manual nipón de jardinería o al menos el de mayor antiguedad que se conserva.
Elementos presentes en el jardín japonés
¿Qué hace que un jardín sea realmente un jardín japonés? Pues la selección de todos y cada uno de los elementos que aparecen en él así como la presentación de los mismos hasta el mínimo detalle. No en valde cada elemento presente tiene un origen histórico o simbólico desarrollado a lo largo de los siglos y que sigue vigente en la actualidad.
La evolución histórica de los jardines japoneses es también parte de la cultura de Japón y se embebe del desarrollo cultural y religioso de templos y santuarios. Veamos algunos de los más representativos.
Agua
El agua tiene un lugar predominante entre los elementos de un jardín japonés. Contribuye a la expresión de la naturaleza y simboliza la renovación, la calma y la continuidad en el más allá.
En un jardín japonés Sansui , es decir, uno que contiene elevaciones, se proporcionan varios niveles sobre el terreno para que el agua pueda circular. El agua puede estar presente de muchas formas posibles; acumulada en estanques, jugueteando entre arroyos o cayendo en las cascadas.
Asimismo el agua clara que circula por el jardín contribuye a mantener el aire fresco durante la estación estival. Los estanques y las cascadas reciben una orientación precisa con respecto al sol para determinar cómo se reflejará en la superficie del agua su luz.
Piedras
Las piedras reciben una atención especial en la filosofía oriental.
Símbolo de la duración y de la omnipresencia de las fuerzas de la naturaleza, anclan el jardín al suelo y le dan su personalidad específica.
Las piedras están dispuestas de acuerdo con reglas estrictas, dependiendo de sus formas y tamaños; a menudo están hermanadas por pares y por contraste de estilo (una roca masculina que se opone a una roca femenina).
Las piedras crean contrastes, producen colinas y valles que dan origen a cascadas, arroyos y estanques.
El tipo de piedra a utilizar es uno de los elementos fundamentales en el diseño de un jardín japonés.
Linternas
Con el advenimiento de la ceremonia del té, la linterna se convirtió en un elemento principal en el diseño de un jardín japonés.
Originalmente pensado para guiar a los visitantes durante las celebraciones nocturnas, su luz también se consideraba como la luz del conocimiento que limpiaba las nubes de la ignorancia. Colocada normalmente cerca del agua, proporciona un elemento arquitectónico que contrasta con los componentes naturales del jardín.
Podemos distinguir cuatro tipos diferentes de linternas tradicionales en el jardín japones:
- NureSagi («linterna de garza mojada»): El dosel de esta linterna alta hexagonal es una forma de campana atenuada y la caja de luz tiene una talla de bajorrelieve de una garza o grulla, el símbolo de una vida larga.
- Linterna de Kasuga: Típicas linternas que se encuentran en el Santuario Kasuga ubicado en el Parque de Nara (Prefectura de Nara-Japón), con un ciervo tallado en el lateral. Los ciervos eran considerados como mensajeros divinos de paz y buena fortuna.
- Yukimi Doro («linterna que ve la nieve»): La parte superior es amplia para recoger la nieve y evitar que caiga en el área de la caja de luz. Casi siempre se coloca cerca de agua en movimiento.
- Linterna Daikoku: La Linterna muestra a Daikoku (el dios de la riqueza, uno de los siete dioses de la casa) parado en fardos de arroz con una rata posada a su lado, que simboliza el deseo de riqueza y exceso.
Puentes
Los puentes son lugares privilegiados en un jardín japonés, donde uno puede entretenerse admirando la belleza del paisaje, observando a los peces nadar en los estanques o disfrutando de la brisa refrescante en el verano. Se pueden construir en piedra, bambú o madera y su estilo, ya sea en forma de arco, en zigzag o redondeado siempre estará en armonía con la naturaleza circundante.
Plantas
En la cultura nipona hay una sensibilidad especial para expresar sus emociones a través del encanto de las plantas y las flores, una habilidad natural convertida en pasión por el reino vegetal.
El cuidado que se le da a las plantas en un jardín japonés es similar al dispensado a los árboles bonsái: las plantas vivas tienen la forma exacta que se necesita para el efecto simbólico o gráfico que se pretenden que tengan. Destacamos a continuación algunos de los especímenes más habituales en sus composiciones paisajísticas:
- Pino negro (pinus thunbergii): Los pinos negros representan a la persona masculina, guerrera, fuerte e inflexible. Árbol característico y muy presente en la cultura nipona.
- Cerezo japonés (prunus serrulata): La flor de cerezo es estimada por encima de todas las demás flores y ejemplificó el carácter noble del «alma japonesa», hombres que no temen a la muerte. En la actualidad el ritual de hanami (observación de los cerezos en flor) continúa igual de vigente que cuando comenzó a celebrarse inicialmente en las cortes imperiales.
- Ginkgo (ginkgo biloba): Una de las especies arbóreas más antiguas que sobrevivenEstas son una de las especies vivas más antiguas de árboles. Las nueces de ginkgo se comen en Japón y tienen distintos usos con fines medicinales.
- Arce japonés: Muy apreciado por sus hojas y sus magníficos colores otoñales es uno de los árboles favoritos en el diseño de jardines japoneses.
- Loto o «flor de Buda: Se considera una planta divina y sagrada. Descansando sobre la superficie plácida del estanque, es una ayuda perfecta para la contemplación. Florece en verano en delicados tonos blancos y rosas.
Peonias, cola de caballo, glicinias o rododendros están también presentes entre la vegetación del jardín.
Puentes, caminos de piedra y vallados entre otros elementos los encontrarás presentes en el jardín japonés.
El jardin Zen
Se conoce como «jardín Zen» a un estilo de jardín japonés en el que los elementos vegetales no son lo más destacado, e incluso pueden no encontrarse presentes. Sus componentes principales son elementos inertes como la grava, la arena o las rocas.
A pesar del componente espiritual que en occidentes asociamos habitualmente y de forma automática a los jardines Zen, también hay que reconocer que los jardines secos no son infrecuentes en la cultura japonesa, pudiéndose encontrar en multitud de viviendas o construcciones particulares. En cualquier caso el origen de este tipo de jardines se encuentra en los templos Zen, desde donde se extendieron al resto de la sociedad.
Este tipo de jardín no está pensado para pasear por él, al igual que una obra de arte, se crean para su contemplación. Puede que los jardines secos más hermosos sean los situados en Kyoto, siendo uno de los más conocidos el jardín seco del templo Ryoan-ji.
Vivir un jardín japonés
Alcanzar la melancolía y deshojarse de dentro. Entender el adió s de hojas humildes que en su bello ensueño tan sólo quieren recordar la frescura y la lozanía de las flores en primavera. Saberse humilde ante los desnudos y sabios troncos de castaños y abedules, atender al libre consejo de la fuerte y viva conífera y las especies de árboles y arbustos perennes, que en el intermezzo de la composición nos descubren la bella sensación de abrigar el frío.
Y aprender, sobre todo aprender. El lenguaje de las rocas, de las arenas y de las gravas, de los caminos y materiales. El lenguaje de la simbologia y la fe, la mística. Se universaliza la melancolía según sean las raíces de quienes lo visitan y entre la vegeetación viven cupidos y hadas, historias y leyendas, recuerdos y esperanzas, pasiones, dioses…
Porque la escena se viste en su desvertir otoñal y se ordena de una sinceridad y un aniñamiento mágico; luz, color, perfume, sonido y una pregaria.
Un sendero que desemboca en un templete rodeado de bambús. La invitación a un simple y placido paseo o la metáfora de significados más profundos.
Desnudez lenta y lenguaje profundo. Tortuosos senderos de cortas perpestivas. Es este un jardín barroco en formas y texturas, colores y perfumes, de bosqsue y jardín en un solo abrazo. Un orden desordenado en un gran conjunto que muestra, a modo de ejemplo, la filosofía oriental pletórica de pesía, fe y tradición. Durante todo el recorrido por un jardín japonés se muestran las diferentes etapas de la evolución del diseño japonés, los diferentes espacios que integran el todo.
Así pues se pueden encontrar ejemplos de «jardines secos» o jardines de arena, representación con grava, rocas y musgos, de la doctrina budista; el templo a Buda donde aislar la oración, la casa de té, cascadas de agua representadas por grandes rocas recubiertas por líquines y hongos y una constante distribución a lo largo del recorrido del jardín de elementos ornamentales típicamente orientales.
¿Dónde encontrar jardines en quel el tronco dibuje el jardín desnudo y las hojas cubran el suelo en su quebrar ligero? Dónde, sinó en este tipo de composiciones, podemos encontrar la grandeza de la soledad que armoniza pensamiento y entorno.