Museo del Bonsái de Omiya

Museo del Bonsái de Omiya – Japón

Para poder disfrutar de la experiencia de contemplar árboles bonsáis excepcionales hay que ir a Omiya, ciudad japonesa a 32 kilómetros de la capital del país, en la prefectura de Saitama.

A unos 45 minutos en tres desde la estación de tren de Tokio encontramos el Museo del Arte del Bonsái, un centro que alberga especímenes de no menos de 100 años de edad.

La exposición se encuentra al aire libre alrededor de un recorrido ameno entre árboles centenarios.

Dentro encontraremos reseñas históricas en varios idiomas así como expositores (tokonomas) para la correcta contemplación del bonsái según las pautas de los hogares japoneses tradicionales.

En Japón, la conexión entre hombre y naturaleza es muy fuerte y está reforzada por múltiples aspectos de su cultura como es en éste caso el arte del bonsái.

En el museo de Omiya podemos encontrar ejemplares bellos y excepcionales pero ¿Sabemos distinguir las características que distinguen y hacen a estos árboles únicos?

Desde Total-Station encontramos indicadores de la ubicación del Museo del Bonsái de  Omiya, invitándonos a visitarlo, incluso en un día de lluvia. La lluvia realza los colores verdes de los árboles.

Museo del Bonsái de Omiya

Como sabemos literalmente bonsái significa «árbol en maceta». Los tamaños varías de los más pequeños a árboles de más de un metro de altura.

Si nos situamos por debajo del árbol y lo miramos hacia arriba, observaremos una estupenda perpestiva de su diseño, su ramificación  y estructura, pareciendo mayores de lo que son y advirtiendo su enorme parecido desde éste ángulos con los árboles silvestres que encontramos en el monte.

El señor Takanari, un responsable del Museo Arte Bonsái nos comenta qué hace en su opinión tan especiales a estos árboles diminutos.

¿Cómo juzgar la belleza de un bonsái? Un bonsái es considerado bello cuando retrata la  los cambios de las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno.

La belleza de los árboles bonsái en miniatura también se encuentra en lo fácil que son de trasportar y decorar el interior de los hogares,  donde se puede disfrutar de sus intensos verdores.

Incluso en ocasiones han servido para mejorar el estado de ánimo de personas hospitalizadas con la sóla contemplación de su colorido.

Otra característica muy apreciada por el pueblo japonés es que puede ser pasado de generación en generación dada su gran longevidad, como símbolo del linaje familiar.

Entre los bonsái expuestos encontramos uno milenario. Un bonsái con una edad estimada de mil años: se trata de una picea (Picea jezoensis) que ya vivía antes de que se desarrollana las primeras Cruzadas, en plena Edad Media.

Museo del Arte Bonsái en Omiya

Presenta un enorme sari en la parte frontal del tronco así como una oquedad o uro en la parte baja del mismo.

También encontramos otros ejemplares fascinantes, como arces japoneses (momiji) de más de ciento cincuenta años de edad, otros creciendo sobre roca o en plantaciones de bosque.

Manzanos japoneses con sus vistosos frutos otoñales, arces con sus colores de otoño, maderas muertas y todo tipo de coníferas con su amplia gama de verdes se entrelazan por el recorrido de éste bello museo.

La forma, el tamaño, el estilo, el color de las hojas o de la maceta así como la propia ubicación del árbol: todo cuenta para causar una impresión duradera en el visitante.

Omiya: La ciudad del bonsái

museo del bonsai de Omiya

Aparte de su reconocido museo dedicado íntegramente al arte del bonsaí en la ciudad de Omiya podemos encontrar hasta 6 jardines o viveros dedicados al cultivo y exposición de bonsáis que podemos visitar. A saber:

  • Tojo-en
  • Fuyo-en
  • Mansei-en
  • Kyuka-en
  • Siikou-en
  • Shosetu-en

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