De “pyros”, fuego y “acantha”, espina, éste árbol arbustivo pertenece a la familia de las rosaceae y es originario de Europa meridional y de Asia occidental.
Bonsai pyracantha o espino de fuego
La pyracantha o espino de fuego es un arbusto duro, de hoja perenne, con ramas espinosas y muy apreciado por sus flores blancas de primavera que proporcionan frutos de vivos colores hasta el invierno que van del rojo al amarillo.
Ubicación
Lo situaremos en el exterior durante todo el año. Con buena iluminación producirá muchas flores y frutos rojos o anaranjados al madurar. A pleno sol durante su floración, en verano podemos colocarla en semisombra, para evitar los golpes de calor.
Resiste muy bien el frío, aunque debemos protegerlo de las heladas extremas en invierno, pero no en el interior de la casa o en invernadero climatizado.
Riego
Precisa riegos constantes, aunque es conveniente no mojar las flores cuando está floreciendo.
Transplante y abonado
Cada 2 años, al inicio de la primavera con un sustrato 100% Akadama, o mezclada con un 30% de kiryuzuna. Otra mezcla apropiada para el espino podría ser un 25% de arena gruesa (tierra volcánica, etc.) y 75% de mantillo. Durante el trasplante del bonsai retirar cualquier resto de raíces podridas.
Abonarlo una vez cada 20-30 días, de primavera a otoño.
Durante todo el año agradecerá algún aporte moderado de quelatos de hierro.
Pinzado, alambrado, poda
El pinzado se puede realizar después de la floración, cortando a 2 hojas cuando la rama ha emitido de 6 a 8 hojas.
Los brotes nuevos deben pinzarse con frecuencia durante la época vegetativa, cuando aún están tiernos. Las ramas largas se cortan durante el otoño o el invierno, antes de la siguiente floración.
El alambrado de ramas puede realizarse de primavera a verano. La colocación de ramas mediante el alambrado puede realizarse entre la primavera y el verano.
No regar el día anterior al alambrado.
Para que dé el máximo de frutos, debe exponerse al sol, aunque siempre con cierto control.