Árbol caduco de crecimiento lento y gran longevidad originario de China, de porte mediano aunque puede alcanzar los 40 metros de altura, formando una copa estrecha y piramidal normalmente constituida por un sólo tronco, aunque es frecuente encontrar varios.
¿Qué encontrarás aquí?
El árbol ginkgo biloba
Nombre común; ginkgo o árbol de los cuarenta escudos, también se le denomina árbol de las pagodas.
Esta singular especie arbórea, eslabón intermedio entre los helechos y las coníferas, es una de las más antiguas del planeta Tierra, anterior incluso a la aparición de los extintos dinosaurios hace más de 245 millones de años.
De hecho es un árbol tan único que no tiene parientes cercanos y se le clasifica dentro de la familia de las ginkgoáceas, de un sólo espécimen.
Éste caduco es muy conocido en Oriente por la utilización de sus hojas en la medicina tradicional china y japonesa y es fácilmente reconocible por sus singulares hojas en forma de abanico y los característicos tonos amarillentos y anaranjados de sus hojas en otoño.
Sus propiedades curativas son numerosas.
De efecto reparador de la circulación sanguínea, anti-inflamatorio e incluso antioxidante (las hojas contienen flavonoides y terpenoides que actúan contra el envejecimiento de los tejidos), mejora la memoria y es utilizado también como reconstituyente del estado anímico de quien toma sus infusiones.
Aún hoy en día se siguen estudiando las propiedades terapéuticas de éste extraordinario árbol por científicos de todo el mundo.
Por su resistencia natural a las enfermedades, plagas y la contaminación moderna es habitual verlo crecer en jardines y parques de las grandes ciudades de países como Japón o China, donde se conocen ejemplares de hasta 1500 años de edad.
Tampoco tenemos que olvidar las connotaciones religiosas y filosóficas que envuelven a éste árbol, símbolo de eternidad, resistencia y belleza.
Como planta dioica que és, con el sexo masculino y femenino separados en individuos distintos, podemos encontrar ejemplares machos y hembras.
Hoja: de color verde claro, presenta el limbo en forma de abanico y un peciolo de 7 cm máximo de longitud, brotando de forma alterna en las ramas desarrolladas y formando grupos de entre 3 y 5 hojas en las pequeñas.
La flor: sólo florece en ramas pequeñas siendo la flores masculinas conjuntos de 4 centímetros de longitud a modo de amentos (flores sin pétalos ni sépalos) y las flores femeninas aparecen solas al final de un pedúnculo de cierta longitud.
El fruto: es una drupa esférica, carnosa, de color anaranjado o amarillo, de entre 2 y 3 centímetros que oculta una semilla comestible, «la nuez del Ginkgo», que consumida en exceso resulta tóxica.
Cultivo del bonsái ginkgo biloba
Ubicaremos a nuestro bonsai ginkgo en el exterior durante todo el año, a pleno sol, salvo los ejemplares muy jóvenes que protegeremos del sol intenso del verano.
Atención a las heladas fuertes y continuadas en los climas fríos, pues por debajo de los -3ºC ó -5ºC podría verse afectado en invierno.
Se adapta bien tanto a zonas con climas húmedos como secos.
Riego
Como a la mayoría de nuestros bonsais regaremos abundantemente durante el verano y más moderadamente en invierno.
Podemos pulverizar el follaje del árbol para limpiar y refrescarlo en verano.
Poda
Cuando los crecimientos de la primavera alcancen de 5 a 6 hojas los cortaremos, podando a un brote en la parte superior y a dos brotes en la parte inferior del árbol.
Las heridas de la poda las cierra con mucha dificultad. Así pues intentar evitar cortar grandes ramas en ejemplares ya adultos sino queremos dejar el corte visible indefinidamente.
El trasplante del ginkgo
Como el resto de bonsais lo realizaremos al inicio de la primavera, junto antes de la brotación anual y en árboles ya formados podemos tardar 3 ó 4 años en realizar ésta operación, incluso más pues tardan bastante tiempo en desarrollar su sistema radicular, conformado por raíces carnosas, escasas y delicadas.
Por todo ello el trasplante de árboles adultos lo espaciaremos a lo largo de los años y tendremos especial cuidado con las raíces al realizarlo. Tampoco conviene olvidar que como parientes que son de las coníferas necesitamos mantener parte del sustrato antiguo, un 20-30% aproximadamente.
El resto lo completaremos con akadama y otros tipos de arcillas drenantes. Por supuesto, no lavaremos las raíces al trasplantar como pudiéramos hacer con otros caducos.
En árboles jóvenes , de 0 a 10 años de edad, en pleno crecimiento los podremos trasplantar con mayor frecuencia para renovar el sustrato a la par que trabajamos el sistema radicular.
Esta es una especie poco exigente en cuanto a sustrato se refiere siempre que éste sea drenante y con nutrientes suficientes.
Tenemos varias opciones para la mezcla: akadama y kiryuzuna 70/30 ó humus de lombriz con grava o arena de río en igual proporción.
Incluimos el siguiente vídeo del canal de David Cortizas donde nos habla de ésta especie, de sus características más destacadas y en el que realiza el trasplante del mismo.
Abonado
Fertilizaremos regularmente durante la primavera y verano así como en otoño con un buen abono orgánico.
Podemos emplear abono Biogold al inicio de la primavera y durante el verano y utilizaremos abono Hanakogoro en el otoño, pues éste es un abono sólido no fermentado de liberación lenta, además de mejorar la estructura del sustrato.
Sobretodo para evitar clorosis, abonos orgánicos de liberación lenta como los indicados, empezar abonar en primavera después de la floración dejando una semana se margen.
Estilo y formación
Sus hojas de cierto tamaño y sus ramas con tendencia a crecer rectas y en dirección apical lo hacen proclive para su cultivo como bonsái de tamaño mediano o grande y en estilo llama como el más usual, es decir con todas las ramas apuntando hacia arriba, similares a la forma de los chopos (populus alba) en la naturaleza.
No necesita demasiado alambrado, sólo eliminar las ramas innecesarias y mal formadas, que se crucen o se salgan del diseño futuro, así como acortar el tamaño de las mismas a dicho diseño.
En caso de necesitar alambrar tendremos cuidado máximo pues su corteza es bastante fina y fácil de dañar. Para mayor seguridad utilizaremos rafia en las ramas que coloquemos el alambre.
No está aconsejado el defoliado en ésta especie pues tal práctica sólo lo estresa y no conseguiríamos reducir el tamaño de la hoja significativamente.
Para tal fin la mejor opción es la exposición continua al sol de primavera y verano (sin excesos) para que ésta se mantenga en un tamaño aceptable, así como moderar el riego para controlar el crecimiento.
Estilo llama: chokkan (erecto informal)
Evitar las podas drásticas debido a su dificultad para cicatrizar las heridas de las mismas.
Aplicar pasta selladora incluso en los cortes pequeños, para evitar la podredumbre, su único enemigo. Por ello podaremos cuando la ramificación sea joven.
Desarrolla dos tipos de brotes, que a su vez generarán ramas largas, en las que crecen hojas alternas. Estas son las que podaremos a principio de la primavera abriendo las ramas cuando se extiendan.
En verano realizaremos un segundo pinzado dejando dos hojas solamente – y las cortas en forma de ramillete, que crecen sólo unos milímetros anualmente y sólo general brotes para el año siguiente.
Reproducción
Reproducción por esquejes, acodos y semillas.
Si partimos de material de vivero, como plantones de uno ó dos años, para acelerar el crecimiento de éste árbol de tan lento desarrollo, es aconsejable iniciar su cultivo en colador los primeros años, así como cortarle la pivotante al pasarlo a dicho colador.
Dónde comprar un bonsai ginkgo biloba
Si no quieres o no puede adquirir un bonsai adulto ya formado, como el impresionante bosque de ginkgos de la foto inferior, elegir un plantón de vivero es una opción más económica a la par que enormemente gratificante pues irás modelando el aspecto y forma de tu bonsai ginkgo con los años sucesivos de cultivo.
Los plantones de vivero son la mejor opción si quieres disfrutar de tu bonsai ginkgo desde el primer día.
Y si no tienes prisa, unas semillas de ginkgo será suficientes para crear tus propios árboles a tu ritmo y comenzar a hacer un bonsai de ginkgo biloba.
Un ginkgo biloba milenario
El ginkgo biloba es un árbol único en el mundo cómo únicos son algunos ejemplares de ésta especie, única en su género, esta rareza botánica es símbolo de longevidad y testigo del paso del tiempo.
Como muestra, éste ejemplar de más es 1400 años de edad situado dentro del templo budista de Gu Guanyin en las montañas de Zhongnan, China. Cada año, con la llegada del otoño las características hojas planas y con forma de abanico del ginkgo se vuelven de un colorido amarillo brillante y alrededor del árbol se forma un espectacular manto dorado de hojas amarillas foco de atracción de turistas y curiosos.
En la milenaria China, éste árbol tiene connotaciones sagradas y simbólicas, siendo una representación de la dualidad del mundo; del principio masculino y femenino, el cielo y la tierra, el ying y el yang.