Árbol conocido también como pino de montaña o pino moro, presenta dos subespecies; pino mugo subesp. mugo, espécimen arbustivo que se localiza principalmente en los Alpes y el pino mugo variedad uncinata o pino negro que podemos encontrar en los Pirineos.
Mantenimiento y cuidados del pino mugo
Las tareas descritas son anuales y su objetivo es equilibrar la fuerza del árbol y conseguir la máxima reducción de la hoja.
El mantenimiento del diseño del bonsai pino ya formado implica dominar las técnicas que permitan equilibrar la energía de crecimiento dentro del árbol.
El pinzado de las velas, la eliminación de brotes, despuntes o selección de yemas son tareas imprescindibles para mantener el árbol sano y bien equilibrado.
Partiremos del supuesto que tenemos un árbol descuidado, sin desarrollar plenamente. En primer lugar, observaremos las diferentes partes del árbol, la intensidad del follaje o la ramificación existente en las distintas partes del árbol.
Las zonas exteriores de las ramas en el bonsái muy probablemente serán más fuertes que las partes internas, con agujas más largas y brotes más sanos. Así aprenderemos a diferenciar las partes fuertes de los débiles.
¿Qué encontrarás aquí?
Pinzado de velas
El primer paso para equilibrar el crecimiento del árbol será pinzar las velas nuevas durante el inicio de la estación de crecimiento pellizcándolas a mayor o menor distancia en función de su tamaño y vigor. Pinzaremos hasta 2/3 de su tamaño en las ramas fuertes y 1/3 en las medianas.
Los brotes débiles los dejaremos sin tocar. Podemos utilizar las pinzas o simplemente los dedos en un corte recto. Sujetando la base de la vela con una mano, utilizaremos los dedos pulgar e índice de la otra para romper dicha vela a la altura estimada.
En la selección de brotes dejaremos como siempre 2 brotes por rama para crear una bifurcación en la ramificación secundaria. Los brotes innecesarios los eliminaremos a medida que aparezcan.
Eliminación de la aguja en el pinus mugo
En las etapas tempranas de formación del Pinus mugo, las agujas de años anteriores deben mantenerse en las ramas, pues la brotación posterior depende de esas viejas agujas, es en su base donde los nuevos brotes crecerán. En etapas posteriores una vez desarrollado el árbol, cuando hay suficientes velas para trabajar, se puede empezar a cortar las agujas de mayor edad.
En el pino mugo nunca se arrancan las agujas! Ni siquiera las agujas de los últimos años! Siempre las cortaremos con tijeras, dejando 3 o 4 milímetros de la aguja por encima de las vainas. Al hacerlo de esta manera, se retrasa considerablemente la brotación posterior entre las axilas de las vainas.
Sólo en árboles adultos ya formados podemos eliminar alguna aguja para equilibrar la energía y mantener el diseño.
Poda de ramas
Aunque el pino mugo es más fuerte que otros pinos de dos agujas, el árbol reacciona bien a la poda, incluso la poda duro, cuando esto se hace a finales de otoño / invierno temprano.
Elimine todo el crecimiento que no necesita en las zonas fuertes, pero tenga cuidado con lo que usted poda en las zonas más débiles. Al podar una rama gruesa, siempre es mejor dejar un muñón para que tenga la oportunidad de volver a secar naturalmente. De esta manera, el árbol tiene tiempo para encontrar un nuevo camino a la savia alternativo en torno a éste corte.
También hay menos riesgo de que seque alguna rama. Después de que el tocón se ha secado siempre se puede utilizar como un jin o eliminarlo por completo, si usted decide quitarlo se puede tallar y la herida se cure más rápidamente y de forma más natural. De nuevo sólo realizar esta poda grande de ramas en árboles sanos y aún así no todos los años.
En ejemplares adultos de más de 25 años realizaremos intervenciones tales como podas drásticas, trasplante o alambrado espaciándolas en el tiempo, no haciéndolas coincidir todas o varias en el mismo año. Sólo una intervención por año.
En ejemplares más jóvenes los tiempos de recuperación son más cortos y permiten trabajos más frecuentes, pero no olvidemos en ningún caso que los pinos en general requieren ser trabajados lentamente, sin prisas.
El trasplante
El pino mugo tiene una reputación inmerecida de delicados en el tema del trasplante y el debilitamiento que éste le produce. A diferencia de su pariente el pino negro japonés que se trasplanta al inicio de la primavera cuando sus velas se extienden, el pino mugo puede trasplantarse incluso en verano, entre julio y agosto, siendo de las pocas especies de coníferas que llevan bien el trasplante durante la época de crecimiento. Como en el resto de pinos, no lavaremos las raíces ni renovaremos la totalidad del sustrato.
Al trasplantar no es necesario eliminar parte de la hoja para compensar la evaporación de éstas con la reducción de raíces, pues las agujas cerosas del pino requieren poca absorción de humedad por parte de las raíces; por tanto no tenemos que reducir la transpiración de éstas eliminando parte del follaje.
Al contrario, cuánto más follaje tenga el árbol tras el trasplante más fuerza tendrá para reparar y regenerar la masa radicular. El árbol en poco tiempo equilibrará la masa radicular con la masa foliar.
Como siempre, mantener el árbol recién trasplantado alejado del sol directo durante unas semanas y rociaremos frecuentemente el follaje del mismo para hidratarlo.