De la mano de Antonio Lisón, miembro de la Asociación Bonsái Rioja, conoceremos las diferentes técnicas a utilizar para podar adecuadamente nuestro bonsai pino y obtener una ramificación densa y adecuada.
Cómo ramificar un pino
Hay dos razones por las cuales los pinos necesitan de técnicas de pinzado, poca y defoliado diferentes a los aplicados a otras especies de bonsais para obtener una ramificación adecuada. La primera es la tendencia en todas las coníferas de crecimiento apical; el árbol da prioridad al crecimiento de las puntas de las ramas para ganar altura rápidamente en vez de crear ramificación lateral. De no intervenir en nuestro bonsái, éste adquiriría pronto la apariencia de un plumero con ramas largas, rectas y hojas sólo en el extremo de éstas.
La segunda característica es que si intentamos cortar la punta de la rama para que ramifique lateralmente (como hacemos con los árboles de hoja caduca) lo único que se consigue es que esa rama se seque, ya que interrumpimos el tránsito de sabia. Por todo lo expuesto, para poder ramificar un pino de forma adecuada, se utilizan varias técnicas a lo largo del año y que pasamos a describir.
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¿Qué encontrarás aquí?
Defoliado parcial
Se realiza a finales de otoño y arrancaremos la hojas del pino (o acículas) según la vitalidad de las ramas, dejando algunos pares de hojas en los extremos de cada rama; 4 ó 5 pares en las puntas más fuertes, entre 7 y 9 pares en las ramas intermedias. Esto propiciará el brote de yemas nuevas en la base de las acículas extraídas y probablemente genere algunas en partes de la rama que tengan algunos años y que ya no tenían hojas. Al defoliar las ramas según su vitalidad igualamos la fuerza de todas las ramas del árbol
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Selección de yemas
En invierno, cuando el árbol ha creado las yemas del próximo año en los extremos de las ramas, eliminaremos las más fuertes dejando las que estén bien orientadas, ni hacia arriba ni hacia abajo. Si tiene 3 yemas eliminaremos la del medio, para que la rama se nos divida en dos en el siguiente periódo de crecimiento. Si tiene más de 3, le dejaremos 2, eliminando las más fuertes, las más débiles y las que crezcan hacia arriba o hacia abajo, ya que lo que queremos es formar una rama en abanico para que todas las horas reciban la máxima cantidad de luz y no se hagan sombra unas a otras.
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Pinzado de las velas
Las velas ( o yemas de crecimiento que aparecen en primavera) se pinzarán según su vitalidad, pinzándolas a 1/3 de su longitud las más vigorosas y en el momento adecuado, cuando se han desarrollado plenamente pero aún no han crecido las futuras acículas y se puede hacer con los dedos o unas pinzas. Las intermedias las partiremos por la mitad y las débiles no las tocaremos. Conseguimos así igualar la fuerza de todas las ramas. De lo contrario, las fuertes serán cada vez más fuertes y pondrán en peligro la supervivencia de las débiles.
Con estos trabajos, abonado y mucho sol obtendremos en poco tiempo un árbol bonsai bien equilibrado, tanto en fuerza como en ramificación.