Las estaciones del año marcan el calendario de trabajo de cualquier aficionado al bonsái.
Según la época en que nos encontremos tendremos que realizar unos u otras labores a nuestro árbol para progresar en su cultivo, avanzar en su formación o bien mantenerlo sano y vigoroso si ya es un árbol adulto, pero siguiendo siempre los tiempos y las pautas que los propios ciclos de la Naturaleza nos marcan.
Trataremos a continuación los trabajos y técnicas más habituales en el cultivo del bonsái según la época del año en que nos encontremos, de manera que seamos capaces de aproximarnos en lo posible al momento óptimo de realizar cualquier operación, consiguiendo una gran efectividad del trabajo a la vez que el estrés sea mínimo para la planta.
Se ha de tener en cuenta que los efectos de los trabajos a realizar tendrán una gran transcendencia en el bonsái si no lo hacemos en el momento adecuado, factor que se suele pasar por alto en muchas ocasiones, cuando las prisas y la impaciencia (como la de realizar un transplante para tener nuestro árbol en una bonita maceta) ponen en peligro la salud de la planta.
El siguiente calendario de trabajos pretende servir solamente de guía* , ya que son muchas las especies arbóreas cada una con sus particularidades y las variaciones metereológicas de una año a otro en cuanto a humedad, régimen de lluvias, variaciones de temperatura, etc.
No obstante hay algunas consideraciones generales que debemos tener como referencia:
- El trasplante puede variar desde febrero en coníferas hasta mayo en especies tropicales o subtropicales, además de poder trasplantar en otras épocas como en pleno verano a algunas especies sin correr grandes riesgos.
- El pinzado dependerá totalmente de la especie y sus ritmos de crecimiento, que pueden ser de unos pocos días o continuo a lo largo de todo el período de crecimiento vegetativo.
- Muchos de los trabajos mencionados pueden varias en función de la zona geográfica en que nos encontremos.
- Los años en que el frío de la estación invernal se retrasa y la caída de la hoja se prolonga hasta diciembre tenemos también que retrasar abonados, fumigaciones, selección de brotes, etc.
Como siempre aplicaremos la máxima de priorizar la salud y del árbol por encima de la estética o una actuación creativa. Sólo una buena salud y un óptimo cultivo nos permitirán gozar de nuestro árbol indefinidamente, no nuestras habilidades para torsionar ramas o trabajar la madera muerta.
(*) Trabajos indicados para el Hemisferio Norte.
¿Qué encontrarás aquí?
Enero
Comenzamos el año con los fríos habituales del invierno, ante los que tendremos que tomar medidas para proteger a nuestros árboles bonsáis de las heladas extremas y las bajas temperaturas.
Aprovecharemos el parón invernar para realizar aquellos trabajos en maderas muertas que no tuvimos tiempo de hacer antes, así como el alambrado de coníferas.
La temporada de trasplante se acerca y no estaría demás adelantar algo de trabajo, sobre todo si tenemos muchos árboles, preparando el sustrato a emplear y teniendo a punto las macetas que utilizaremos en los próximos trasplantes.
Estamos en pleno invierno, por lo que debemos tener protegidos nuestros árboles de los rigores del clima: heladas y vientos, para ello nos valdremos de invernaderos fríos, porches, bajo aleros, y sobreelevados del suelo (donde la temperatura es más baja).
En cuanto a las especies tropicales o subtropicales (ficus, serissa, Carmona, etc..), el interior de la vivienda o invernaderos regulados serán la ubicación más segura.
Los árboles están completamente en reposo pero no por ello debemos descuidar u olvidarnos del riego.
Los riegos los haremos más espaciados, preferiblemente a primera hora o mediodía como muy tarde, pues de hacerlo por la tarde corremos el riesgo de que el agua del sustrato se hiele de madrugada.
Atentos a los días de mucho viento pues este hace que la hoja evapore mucha cantidad de agua, secando el sustrato y deshidratando rápidamente el árbol.
En caso de lluvias continuadas vigilaremos que el sustrato no se encharque demasiado.
En ésta época del año ni se trasplanta, ni se abona ni se realizan podas fuertes. Es mejor esperar a la primavera para que la circulación de savia cicatrice más rápidamente las heridas.
Poca actividad con los árboles durante éste mes. Aprovecharemos para prepararnos para la inminente primavera: preparando sustratos, limpiando macetas o troncos de árboles con escamas (juníperos por ejemplo)
Tratamientos fitosanitarios de invierno: aceite ovicida de invierno en caducos y aceite de verano en perennes. También se puede emplear polisulfuro de cal (caldo sulfocálcico). Los tratamientos fitosanitarios preventivos también se pueden aplicar al final del invierno, para mantener a salvo nuestros árboles de plagas y parásitos.
También es momento de un tratamiento con fungicida sistémico a base de cobre.
Febrero
Comenzaremos el mes aprovisionándonos de todos los materiales necesarios para los trabajos que se avecinan: trasplantes, alambrados, abonado, etc..
La segunda quincena de éste mes es la apropiada para comenzar a trasplantar caducos, aunque esta recomendación es muy relativa. Debemos trasplantar cuando el árbol comience a hinchar las yemas, que unos años será en unas fechas más tempranas que otras. Todo depende del clima de vuestra zona y de las temperaturas de cada año.
Podemos aplicar de forma preventiva algún tratamiento fungicida a base de cobre, principalmente. Previamente al fungicida, durante la segunda quincena del mes es el momento de los tratamientos con aceite de invierno. Este producto crea un recubrimiento en toda la superficie del árbol, taponando la respiración de insectos que se encuentren invernando entre las grietas de ramas y tronco. También es eficaz contra larvas y huevos y su aplicación debe realizarse antes de la nueva brotación.
Repetiremos el tratamiento preventivo de cobre a finales de marzo, principios de Abril
En zonas cálidas, podemos comenzar con la siembra de semilleros, los cuales protegeremos con un plástico para aumentar la temperatura y regular la pérdida de humedad.
Marzo
Comenzaremos el mes terminaremos de trasplantar los árboles que aún nos queda por hacerlo.
Los pinos, que también estarán engrosando sus velas, también los trasplantaremos ahora los que lo precisen. Estaremos atentos al crecimiento de las velas para pinzarlas en el estadio justo.
Árboles originarios de climas tropicales o subtropicales (ficus, serissa, carmonas, etc.) podemos alargar la fecha de trasplante hasta final de mes (para evitar posibles heladas tardías)
Recordar que primero se deben trasplantar árboles de hoja caduca, después perennes y coníferas y por último tropicales y subtropicales.
Injertos: es el momento de comenzar a probar con ellos en aquellos árboles que los necesitemos.
Repetiremos el tratamiento preventivo fungicida y antiparasitario.
No abonaremos los árboles trasplantados éste año hasta pasadas dos o tres semanas. Al resto de árboles aplicaremos un abono suave sólido, con aporte de micronutrientes y aminoácidos, con mayor proporción de nitrógeno en árboles en formación (para ayudar más en su crecimiento).
Abril
Mes con una meteorología atípica y variable, que puede ser muy lluviosa o todo lo contrario, días soleados y bajadas de temperaturas, incluso encontrarnos con alguna helada tardía al inicio del mes.
Todavía queda tiempo para trasplantar los últimos perennes a principio de la primera quincena, no más allá.
Momento de revisar el alambrado y que éste no se marque en las ramas que están comenzando a engrosar. Realizar nuevos alambrados sin son precisos aprovechando la flexibilidad de las ramas.
También es el momento de plantar nuestros semilleros (de tenerlos) aprovechando el aumento de las temperatura exterior.
Pinzados: algunas especies brotan muy fuerte y es necesario controlar los nuevos crecimientos. Si queremos vigorizar ramas podemos dejar crecer hasta mayo estos crecimientos y entonces pinzarlos.
En árboles de fruto, podemos hacer una selección de los mismos, dejando sólo los justos para no debilitar al árbol en exceso. Si el árbol está en formación es mejor quitarlos todos para dar prioridad al crecimiento de éste más que a la producción de frutos.
Mantener a rayas las malas hierbas que con las temperaturas primaverales invaden todos los sustratos. [amazon_link asins=’B07BWCR6WW’ template=’ProductAd-noSombra’ store=’tuspalomas-21′ marketplace=’ES’ link_id=’1d6a78cf-ff9f-11e8-80cc-5de4a66a538d’]
Abonado: abono sólido suave, + micronutrientes y ácidos húmicos.
Abono rico en nitrógeno salvo en árboles de flor, pues estarán es plena floración y no es el momento de aplicar nitrógeno en ellos.
Acodos: si tenemos pensado realizar alguno, ahora es el momento de iniciarlo.
Fitosanitarios: tratamientos preventivos y periódicos contra ácaros, pulgón y demás plagas.
Mayo
La Naturaleza despierta. Disfruta de la primavera de tus bonsáis.
El mes de Mayo se presenta habitualmente en el Hemisferio Norte (y más éste año) con una meteorología atípica y variable, que puede ser muy lluviosa o todo lo contrario, días soleados y bajadas de temperaturas, incluso encontrarnos con alguna helada tardía al inicio del mes.
Prestaremos especial atención a los caducos que han comenzado a moverse y emitir yemas ante dichas heladas. Las altas temperaturas de dias pasados han propiciado de muchos árboles se hayan adelantado a la brotación y ahora corren el peligro de helarse.
En cuanto a trasplantes todavía queda tiempo para trasplantar los últimos perennes a principio de la primera quincena, no más allá. Incluso a las coníferas que hayan movido sus velas pero que no las hayan desarrollado completamente aún llegamos a tiempo de trasplantar.
Momento también de revisar el alambrado para evitar que éste se marque en las ramas que están comenzando a engrosar. Realizaremos nuevos alambrados sin son precisos aprovechando la renovada flexibilidad de las ramas.
También es el momento de plantar nuestros semilleros (de tenerlos) aprovechando el aumento de las temperatura exterior.
Conforme avanze el mes iniciaremos los pinzados de brotos en aquellos árboles ya formados que no queremos que pierdan la forma en algunas especies que brotan muy fuerte y es necesario controlar los nuevos crecimientos. Si queremos vigorizar ramas podemos dejar crecer hasta mayo estos crecimientos y entonces pinzarlos.
En árboles de flor y fruto, podemos hacer una selección de los mismos conforme avance la floración y cuajen los frutos, dejando sólo los justos para no debilitar al árbol en exceso. Si el árbol está en formación es mejor quitarlos todos para dar prioridad al crecimiento de éste más que a la producción de frutos.
Terminaremos de plantar los últimos semilleros en éste mes.
Aumentaremos el régimen de riegos según avancen las temperaturas. Estamos en uno de los períodos en que más agua consumen las plantas.
Comenzaremos con los pinzados de los crecimientos nuevos para que no se pierda el diseño en árboles ya formados.
También podemos dejar ramas de sacrificio en el ápice o ramas principales para engrosar el nebari o la base de las mismas respectivamente.
Injertos: mes propicio para realizarlos.
También podemos iniciar el esquejado de especies perennes. Acodos todavía es tiempo de hacerlos.
Alambrado: verificar y vigilar que no se clave en la corteza con los nuevos crecimientos.
Momento de defoliar arces, granados, hayas, olmos…para aumentar la ramificación y disminuir el tamaño de la nueva hoja.
Abonado: abono sólido suave, micronutrientes y extracto de algas.
Fitosanitarios. No dejar de observar y controlar las plagas de hongos, pues con la humedad y el aumento de los riegos aumentamos las condiciones que los favorecen.
Junio
Mes de poca actividad para el aficionado, salvo por el riego diario.
Seguiremos con el pinzado de mantenimiento en aquellos árboles que lo necesiten, como los juníperos o los olmos, de rápido crecimiento.
Abonado: sólido suave con micronutrientes y aminoácidos.
Mes adecuado para el trasplante del olivo y para realizar algún trasplante de urgencia, defoliando parcialmente y no tocando excesivamente las raíces.
Buen mes también para hacer esquejes de brotes nuevos.
Julio
Mes apropiado para la realización de jin, sharis y sabamikis en coníferas. Al finalinar los trabajos con madera muerta aplicaremos tratamientos para la conservación de esta madera, aplicando polisulfuro de calcio. (video)
Debido a la fuerte evaporación de éste mes, el riego debe ser constante, incluso varias veces por día en días de fuerte calor. Como regla general, la observación del sustrato nos marcará la pauta a seguir.
Los árboles menos resistentes a las altas temperaturas los protegeremos someramente poniéndolos a cubierto o bajo una malla de sombreo del 20-30%.
Comprobaremos la evolución de los acodos que tengamos en proceso. De presentar desarrollo suficiente de raíces podremos separarlos de la planta madre y plantar independientemente.
En éste mes estival ni alambraremos ni podaremos.
Podemos defoliar aquellas ejemplares en los que queramos densificar la ramificación y/o reducir el tamaño de la hoja: ficus, olivos por ejemplo.
Abonado: con micronutrientes, ácidos húmicos, retiraremos el abono sólido, pues las altas temperaturas por encima de los 30º C provocan que los árboles reduzcan su actividad vegetativa a mínimos, y por tanto carecería de efecto en la planta.
Fitosanitarios: tratamiento específico contra la araña roja, aficionada a atacar en veranos secos y calurosos. Utilizaremos un acaricida específico.
Agosto
La deshidratación. Lo más peligroso ahora.
En éste mes de altísimas temperaturas veraniegas nos vemos obligados a regar a diario nuestros árboles, incluso varias veces al día en los ejemplares plantados en un sustrato muy drenante.
Estaremos atentos a los principios de deshidratación así como posibles golpes de calor, sobre todo los días ventosos en los que el efecto secante se acentúa aún más.
En ésta época los caducos son los que más sufren.
¿Debemos abonar durante éste mes?
El abonado se detiene, o al menos se ralentiza, durante estas fechas.
El criterio general de que no se abone durante los meses de fuerte calor estival se basa en el criterio de que al estar prácticamente parada la actividad vegetativa, éste abono no es utilizado por la planta y por tanto se desaprovecha inútilmente.
No obstante, están los que opinan que aunque la actividad vegetativa disminuye no desaparece por completo y al interrumpir el abonado estamos desaprovechando éste periódo para que la planta siga creciendo aunque sea en menor medida.
Como norma general repondremos el abono sólido para que éste pueda ser asimilado por la planta en septiembre, cuando las temperaturas cambian y el crecimiento se reanuda.
El control fitosanitario del cultivo se debe mantener e incluso incrementar, pues con la humedad generada por un mayor riego y las altas temperaturas proliferan con más facilidad plagas como la araña roja o el pulgón.
Las aplicaciones periódicas de productos acaricidas y fungicidas nos mantendrán a salvo de tales problemas.
Continúan los pinzados de mantenimiento en aquellos caducos que lo precisen.
En cuanto a los pinos, procede la realización del pinzado de brotes o mekiri.
Tras la brotación primaveral tendremos varios nuevos brotes en los extremos de las ramas.
El verano es el momento adecuado para seleccionar dos por rama, -los mejor posicionados- y eliminar el resto.
Los crecimientos demasiado largos también los pinzaremos.
Igualmente podemos eliminar parte o toda la aguja vieja de otros años de la parte posterior de las ramas.
Con ello abrimos el interior del pino a la luz y la aireación.
En el siguiente vídeo vemos el proceso en la práctica:
***
Otras labores propias de este mes son:
Si tenemos ejemplares con maderas muertas ahora podremos trabajarlas y aplicarles un tratamiento a base de líquido de jin para su mejor presentación y conservación.
¿Pensando en salir de vacaciones o ausentarnos de casa varios días?
Si no tenemos cerca ese familiar o amigo amable que se puede ocupar de nuestros árboles durante nuestra ausencia, debemos preveer la instalación de un sistema de riego automático para asegurarnos la supervivencia de nuestros árboles.
En definitiva, un mes duro para nuestros bonsáis en cuanto a las condiciones metereológicas se refiere en el que nuestra principal preocupación será que nos les falte el riego.
Podemos realizar podas controladas algunas especies.
Prestar atención a la deshidratación de los árboles. El crecimiento vegetativo se para o ralentiza notablemente.
De tener que ausentarnos de nuestra casa durante días por vacaciones (lo más habitual durante éste mes) asegurarnos de dejar a una persona de confianza a cargo de nuestros árboles o como alternativa buscar un servicio de guardería para ellos.
Abonado: aporte de micronutrientes, extracto de algas, reponer abono sólido ahora para que sea asimilado a comienzos de septiembre.
Fitosanitarios: atentos a las plagas favorecidas por el exceso de riego y las altas temperaturas. La araña roja aparece en veranos secos y calurosos. Volveremos a aplicar un acaricida específico contra esa plaga.
Septiembre
Podemos quitar la malla de sombreo que pusimos en los meses duros de calor del verano.
Vigilar posibles descensos bruscos de las temperaturas sobre nuestros árboles tropicales, guareciéndolos durante la noche bajo techado.
En éste momento del año, los árboles comienza paulatinamente a disminuir el crecimiento en longitud, guardando reservas para el próximo año, lignificándose la corteza y aumentando ésta de grosor.
Seguiremos alambrando antes de que lignifique las caducas y se endurezcan las ramas. Las coníferas se pueden alambrar ahora o esperar al invierno, con la limpieza de agujas viejas ya hecha.
Esquejado: podemos continuar obteniendo nuevos ejemplares mediante esquejes durante éste mes.
Acodos: separaremos los acodos que más tardaron en enraizar por su grosor o especial dificultad.
Pinzado: se reduce a pesar del movimiento en el crecimiento durante esta breve “segunda primavera”, pues queremos que lignifique y la planta no se vea forzada a brotar por ahora.
Trasplantes: podremos adelantar la realización de algunos en árboles que lo precisen notoriamente, sin tocar mucho las raíces.
En árboles de fruto, una poda de aclaramiento ahora favorecerá la formación de los próximos brotes/yemas de flor antes del invierno.
Abonado: abono sólido, micronutrientes, aminoácidos. Reduciremos la proporción de nitrógeno en el abono.
Tratamientos fungicidas a base de cobre para evitar el moteado de las agujas de los pinos.
Octubre
Estamos en otoño y las tonalidades de las hojas de los caducos muestran su amplia gama de colores. Poco a poco se detiene el crecimiento vegetativo y comienzan a caer las primeras hojas, dependiendo de la caída de las temperaturas.
Regaremos acorde con las temperaturas y el riego lo iremos reduciendo gradualmente.
Trasplante de frutales: haciéndolo ahora aprovisionarán energía y recursos para la brotación de la próxima primavera.
Coníferas: de ahora hasta diciembre podemos ponernos con la limpieza y eliminación de aguja vieja, dejando de 5 a 6 pares de hojas en cada brote. El aclarado de brotes lo dejamos para primeros de año.
Alambrado: ahora es un momento propicio. La madera verde comienza a lignificarse, se vuelve más dura y el alambre dejará menos marcas en ella.
Abonado: abono sólido con micronutrientes y ácidos húmicos, para reforzar el árbol cara al invierno, sus energías y su sistema radicular (con abonos ricos en fósforo (P) y potasio (K).
Fitosanitarios: pulverizar con cobre todo de modo preventivo.
Noviembre
Pleno otoño. Aumentan las inclemencias del tiempo. El viento es un enemigo peligroso en éste momento pues en los días ventosos nuestros árboles se deshidratan más rápidamente.
Momento de alambrar las coníferas y realizarles una poda de mantenimiento si la necesitaran. También seguimos con la limpieza de pinos y juníperos.
En los juníperos podemos aprovechar la limpieza de hojas para eliminar brotes traseros y favorecer la entrada de luz en el interior del árbol, alambrar y estructurar el árbol.
Momento para limpiar maderas muertas y aplicar polisulfuro de cal – líquido de jin, dejándola secar a la sombra.
Abonado: con aminoácidos y extracto de algas. Retiraremos el abono sólido.
Fitosanitarios. También es momento de un tratamiento con fungicida sistémico a base de cobre, una vez caída toda la hoja en los caducos.
Diciembre
Se presentará fuertes heladas, incluso nevadas, vientos fuertes, etc.. para los que debemos estar preparamos y proteger a nuestro árboles.
La escasa o nula circulación de savia durante el invierno desaconseja totalmente la poda de los caducifolios, pues las heridas no cerrarían hasta la primavera, exponiendo el árbol a plagas de hongos favorecidas por la humedad de la estación.
Aprovechemos éste mes de escasa actividad para planificar los trabajos de la próxima primavera, como los trasplantes a realizar, podas de finales del invierno en caducos, la limpieza de herramientas y preveer cierta protección (invernaderos fríos, porches o tejadillos) para aquellos bonsáis más pequeños o propensos a sufrir con las bajas temperaturas del invierno.
Momento para documentar la evolución de nuestros árboles a lo largo del año que termina y también momento para estudiar su formación y futuras remodelaciones.
Coníferas: se pueden alambrar, podar y trabajar según el diseño previsto para ellas, pues ahora el movimiento de savia está parado y la pérdida de savia es menor.
Riego: evitar hacerlo durante la tarde para que el sustrato mojado no se hiele durante la noche.
Abonado: innecesario pues el árbol está parado, no tiene actividad vegetativa. Sólo aminoácidos como refuerzo.
Fitosanitarios: aplicar aceite de invierno de manera generalizada.
Esta breve guia de referencia la podremos completar con más labores específicas para especies concretas pero en lineas generales nos servirá para mantener un óptimo nivel de cultivo y sano desarrollo de nuestros árboles bonsáis.
Muchas gracias me sirvio para cerrar la info que venia recabando de todo el proceso anual .Muchas gracias
Está guía de bonsais está muy bien gracias amigo ,está guía está muy bien para los principiantes porque los guía con mucha confianza y es muy completa aquí tenéis un fiel y amigo seguidor solo soy un aficionado más. Gracias