Si te has planteado alguna vez montar un sistema de riego automático para tus bonsái la llegada del verano y las altas temperaturas es el momento del año en que comienzas a lamentar no tener uno ya instalado.
Llega el verano y de repente nos arrepentimos de no haber utilizado una una mezcla menos drenante en nuestros arbolitos.
Yo suelo utilizar un porcentaje bajo de turba en el cultivo, a menos que se trate de esquejes o semillas, utilizo una mezcla con la mayoría de akadama y kiryu.
El porcentaje aproximado estará por el 60% de akadama, 20 0 30% de kiryu y 10 o 20% de turba. Alguna vez he echado un poco de arena fina de río o fibra de coco, pero realmente mi sustrato siempre es, en su inmensa mayoría, akadama y kiryu.
Esto hace que llegado el verano en esos días de fuerte calor toque regar varios veces al día, una por la mañana a primera hora, y otra por la tarde, al atardecer.
Siempre se debe deja secar la superficie del sustrato antes de volver a regar, y cuando riego, lo hago en profusamente.
Esto me está funcionando bien con todos. De momento sólo se me ha secado un árbol por problemas precisamente con el riego, por exceso, y fue por una maceta improvisada que no drenaba correctamente. Me dí cuenta cuando ya era irrecuperable.
Este año me voy de vacaciones en pleno verano y por tanto me es imposible poder darles los dos riegos diarios habituales.
¿Qué encontrarás aquí?
Lo primero, poner un toldo
Evitar insolaciones demasiado excesivas, sobre todo en las horas centrales del día podemos prevenirlo comenzando por poner un toldo o maya de sombreo que deje pasar sólo parte de la luz y el calor de los rayos solares.
Elegí un tejido especial para cultivos que deja pasar un 70% de la luz y los rayos UV, aunque en el mercado hay muchas opciones y mayas de distinto grosor para que elijas la que mejor se adapte a tu clima y tu gusto. La elegida en éste caso garantiza una buena exposición pero sin excesos.
Los árboles que no soportan demasiado sol lo agradecen y los que quieren mucho tampoco tienen menos que en otras zonas del norte España o Europa.

Se notó mucho el efecto de la maya de sombreo. De repente la distancia entre riegos aumentaba y en poco tiempo a los árboles se les veía un verde diferente. Les ha venido bien.
Unos tensores, alambre resistente, unos postes de madera con sus anclajes y poco más. Este tejido se puede unir al alambre mediante unas pinzas muy prácticas que te permiten por ejemplo soltar de un lado y recogerlo si quieres.
También se pueden utilizar bridas o clips de fijación exclusivos para estas mayas.
Total del presupuesto, con los postes de madera, unos 40€.
La tela costó 13€ pero me ha sobrado para reemplazarla dos veces si veo que se estropea. De momento, varios meses al sol, varias tormentas y algo de viento no han podido con ella y sigue tensa y limpia como el primer día.
Lo segundo, mejorar el sistema de riego
Lo siguiente era mejorar el sistema de riego ya que hasta el momento iba con la regadera a cargar agua del sistema de ósmosis inversa de la cocina. Tres regaderas x dos veces al día; mucho trabajo que podemos evitarnos.
Me planteé un sistema de riego completamente automatizado que utilizara agua de ósmosis inversa ya que vivo cerca del Mediterráneo y aquí el agua es de pésima calidad para los bonsáis.
Elegí un sistema de ósmosis inversa de tres etapas de los que venden para acuarios. La diferencia con los que se venden para beber es que no llevan el post-filtro que le da mejor sabor al agua y no lleva depósito presurizado. Ninguna de las dos cosas me hacían falta en mi montaje. Uno de estos de 3 etapas valen la mitad que los baratos de 5.
Por cuestiones de trabajo planifiqué el montaje en tres fases a lo largo de varios meses:
- Bidón (con grifo) de agua osmotizada y riego manual con regadera. Ya me ahorro los viajes a la cocina y tener que recoger después el rastro de agua que dejaba por el suelo de la vivienda.
- Bomba de inmersión dentro del depósito y manguera con lanza de riego. Más cómodo aún.
- Sistema de difusores o micro aspersores repartidos por las estanterías y temporizador en la bomba.
Así lo hice. Y un mes antes de lo previsto ya tenía la tercera fase funcionando con un mes por delante para asegurarme de que el sistema era autónomo y eficaz.
Después de ese mes de ajustes está todo perfectamente ajustado. Cada árbol recibe la cantidad de agua que necesita y me despreocupo si me ausento. Esto no evita que de vez en cuando haga un riego manual, que también se disfruta, y que te permite observar con detalle el avance de los bonsáis.
Uno de los objetivos que me propuse con éste proyecto era que los árboles no tuvieran una posición única en la estantería. No quería tener que modificar el sistema de riego cada vez que cambiara una maceta de lugar por cualquier motivo.
En la foto se ve cómo utilizar los difusores para enviar el agua hacia arriba, provocando una especie de lluvia. El tubo fino lo dirijo con alambre de aluminio del 4 y voy formando unas “T” con un difusor en cada extremo.
La akadama no reparte bien el agua por capilaridad así que los goteros funcionan muy mal en este tipo de sustratos y por tanto no son recomendable.
Al enviar el agua hacia arriba aseguro cierta aleatoriedad en la caída del agua lo que resulta en agua bien repartida.

A continuación detallo el coste de los elementos y materiales utilizados en el proyecto:
- El depósito (cubo de basura de un Todo a 100 que ya tenía pero cuyo precio rondará los 15-30€.
- Equipo de ósmosis de tres etapas: 39€
- Una boya de cisterna de WC: <10€
- La bomba eléctrica para aguas limpias, aspiración hasta 7 metros de altura: 58€
- Adaptadores manguera y demás: 5€
- Tubo de polietileno grueso 20 mm: 20€
- Grapas, codos, demás herrajes: 10€
- Microdifusores y aspersores: 15€
- Temporizador: 19€
Total: 199€
No resulta demasiado inversión si tenemos en cuenta la cantidad de tiempo que ahorraremos además de la seguridad que nos dará incluso estando varios días fuera de casa. A mí me compensó con creces.
Otras alternativas: kits de sistemas riego automáticos
Si el bricolaje no es tu fuerte o el número de bonsáis no es muy grande puedes optar por otra soluciones más rápidas, económicas y fáciles de poner en marcha. Estoy hablando de sistemas de riego automáticos en kits para terrazas, balcones, jardineras y pequeños huertos urbanos que se pueden adaptar perfectamente a las necesidades de nuestros bonsáis.

Uno de los más vendidos del mercado es el fabricado por la casa Gardena, que viene con todos los elementos necesarios para disponer de riego automático en una linea de 6 metros y cuyas características, opiniones de usuarios que lo compraron y un vídeo explicativo de cómo instalarlo las puedes repasar aquí.
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Espero que al menos hayas encontrado algunas ideas para mejorar el riego de tus bonsáis, uno de los cuidados básicos del que debemos prestar especial atención, sobre todo en verano.