El manzano (género malus) es uno de los más conocidos y populares bonsáis de flor y fluto y reconocible por sus espectacular floración blanca de primavera así como sus llamativos frutos otoñales.
Este caducifolio nativo de zonas templadas del Hemisferio Norte, pertenece a la familia de las Rosaceae, que también engloba otras especies bien conocidas por el bonsaísta, como el espino de fuego (pyracantha coccinea) o los almendros.
Algunas de las variedades más comúnmente empleadas con propósito de cultivar bonsáis son Malus spectabilis, malus cerasifera, malus domestica o Malus Syvestris, aunque el género malus incluye a más de 50 especies distintas.
Hay otras muchas variedades y subgeneros de manzano silvestre que varían en aspectos tales como el tamaño, ramificación, el color de la flor o de la fruta.
Las flores pueden ser blancas, rosadas o cerezas, mientras que los frutos del manzano pueden ser de color verde, amarillo o rojos.
Veamos los aspectos fundamentales de sus cuidados a la hora de cultivar un bonsái de manzano, un árbol indóneo para hacerlo bonsái, con vistosas flores y primavera y elegantes frutos en verano y otoño.
¿Qué encontrarás aquí?
Ubicación
En el exterior, como cualquier otro frutal mediterráneo que precisa gran cantidad de sol para crecer correctamente, así como una adecuada ventilación.
En zonas con inviernos más duros, lo protegeremos de las heladas tardías de principios de primavera, aunque no debemos privarlo del frío invernal, imprescindible para que desarrolle flores y frutos con normalidad.
Riego
Se le aplicará el principio básico como a otro tipo de bonsáis; regar sólo cuando la capa superficial del sustrato se haya secado. No necesita mayores requerimientos, con la salvedad de no regar el árbol por encima cuando esté en floración.
En verano, haremos la salvedad y regaremos abundantemente, pues el desarrollo de los frutos exige tener agua suficiente y en cantidad.
Abonado
En los frutales abonaremos según el momento de formación en que se encuentre el bonsái. Esto es, que si es aún un árbol jóven y lo queremos engrosar, abonaremos abundantemente durante la época de crecimiento aunque sea a costa de una escasa o nula obtención de frutos.
En árboles ya formados dejaremos de abonar durante la floración para que los frutos cuajen y obtengamos en otoño un bonsái repleto de pequeñas manzanas.
Podemos utilizar tanto abono líquido disuelto en el agua de riego (de acción más directa), como abono sólido de liberación lenta sobre el sustrato.
Trasplante
Al inicio de la primavera, cuando comience a haber movimientos de savia, con un sustrato equilibrado procederemos a realizar el trasplante del bonsái de manzano. Es recomendable incluir en la mezcla hasta un máximo de 20% de materia orgánica.
En pre bonsais y árboles en formación trasplantaremos cada uno o dos años, debido a las altas necesidades nutricionales y de agua de éste frutal. El crecimiento de las raíces del manzano es fuerte y sólo con sucesivos trasplantes se consigue una ramificación fina de las mismas.
Las raíces de un bonsai de manzana son gruesas y carnosas. La eliminación de hasta el 50% de la masa radicular es bien tolerada por la especie.
En cuanto a la maceta apropiada para utilizar con el manzano los tiestos esmaltados son ideales para éste bonsái con su esplendor de flores y las frutas que cuelgan. En cuanto a la forma, será una maceta redonda, rectangular con las esquinas redondeadas o similar.
Poda
De cada flor es probable que se forme una manzana. Esto puede significar que el árbol se llene de manzanas en exceso. Para no sobrecargarlo de frutos y obligarlo a invertir todas sus energías en ello es recomendable hacer un aclareo de los frutos cuando aún son pequeños, durante el verano, para mantener un número de ellos razonable.
Las flores crecen en los manzanos, especialmente en los brotes cortos. Los botones florales se forman durante los meses de junio a julio.
Si queremos tener muchas flores al año siguiente, no pinzaremos demasiados brotes durante esos meses. Los brotes cortos te dejan en gran medida sin recortar.
Realizaremos una poda del bonsái de manzano o aclareo de ramas a finales de otoño, de ramas excesivamente largas o mal situadas.
Veamos el siguiente vídeo de cómo realizar la poda de otoño en los malus:
En ningún caso realizaremos cortes de ramas de gran grosor, pues al estar parado el árbol, no desarrrollaría labios de cicatrización alrededor del mismo y no podría cerrar el corte durante todo el invierno, con el consiguiente peligro de entrada de patógenos.
También hay que aprender a distinguir entre brotes de flor y brotes de crecimiento.
Alambrado
Las ramas de un bonsai de manzano son relativamente suaves. Después de retirar el alambre de bonsái, las ramas tienden a volver a su posición original. Por lo tanto, el alambre debe permanecer en el árbol el mayor tiempo posible.
Es recomendable alambrar un manzano sólo a principios del verano, finales de mayo o finales de junio. La razón es aprovechar la ralentización en el ritmo de crecimiento para poder dejar el alambre más tiempo sobre las ramas.
En verano, el brote primaveral comienza a endurecer y lignificar. Si el alambre no se clava en la rama, puede permanecer en el árbol al menos hasta el otoño.
La desventaja de alambrar en verano es que las hojas interfieren con el análisis de la estructura de las ramas y el alambrado en sí. Dado que los bonsáis de manzana saludables son muy vigorosos, se pueden defoliar.
El alambrado es mucho más fácil de realizar una vez defoliado y el árbol brotará rápidamente en verano, obteniendo hojas y ramas aún más pequeñas.
Debido a la corteza lisa, recomendamos utilizar alambre de aluminio para cablear un bonsai de manzana. No es tan rígido y no empuja tan fuerte como el alambre de cobre debido al mayor diámetro
Reproducción
Tenemos varias opciones para conseguir nuevos ejemplares de bonsáis de manzano; en otoño, mediente esquejes semilignificados o mediante semillas en primavera.
Bonsai manzano desde semilla
Para la reproducción mediante semilla seguiremos los pasos acostumbrados con otras especies; recogida de semillas, estratificación y siembra. Lo vemos en el siguiente vídeo:
Las semillas de manzana no deben secarse o perder su humedad para poder ser utilizadas o perderán su capacidad de germinación.
Después de 2-3 meses de estratificación en un medio húmedo en el refrigerador a 4-6 ° C, generalmente un gran porcentaje de semillas germina y brota.
Plagas y enfermedades
Al comprar un bonsái de manzano, evitemos los ejemplares con cicatrices o protuberancias en el punto de unión del injerto, ya que ese engrosamiento sólo empeorará con el trascurso del tiempo y arruinará la belleza general del futuro bonsái.
En definitiva, un árbol que forma parte de nuestro entorno y nuestros recuerdos y que podemos cultivar como bonsái fácilmente en nuestros hogares.