El mundo del bonsái engloba un arte milenario, el arte del bonsái que ha evolucionado desde sus orígenes como medio de mantener frescas determinadas hierbas medicinales o curativas a lo largo de los viajes de guerreros y médicos de la antigüedad.
Elevado a un estándar de las clases elitistas del Japón medieval es en sí uno de los signos más reconocidos y llamativos de la cultura y tradiciones japonesas.
Es un arte en cuya ejecución intervienen una serie de directrices y reglas básicas para alcanzar la perfección en el diseño y formación de éstos árboles cultivados en diminutas macetas.
¿Qué encontrarás aquí?
Reglas básicas en el diseño de un bonsái
A continuación daremos un breve repaso a las principales normas y directrices que debemos tener en cuenta para diseñar y dar forma a las distintas partes de un bonsái.
a) Elegir el frente. Es lo primero por hacer; elegir el mejor lado del árbol para designarlo como punto de observación. El observador debe estar a la misma altura que el punto central o foco de interés del árbol. También descartaremos como frente el lado que tenga una raíz prominente hacia el espectador.
b) Buscaremos la triangularidad tanto del tronco, las ramas y como de las copas en la estructura del bonsái.
c) Estrutura y distribución de ramas en el bonsái: una primera que será la más importante y predominante, que nazca a una altura aproximada de 1/3 de la longitud total del árbol y direccionada a la izquierda o derecha, no hacia el frente.
La segunda rama, trasera, ligeramente direccionada hacia un lado, pues de estar en diagonal con el tronco se solaparía con el tronco y no se vería ni daría profundidad, además de nacer un poco más alta que la primera.
La tercera rama nacerá más alta que la segunda y saldría en dirección opuesta a la primera pero no simétrica (no en ángulo de 180º). El resto de ramas presentes hasta llegar al ápice debe seguir esta dinámica hacia la copa.
Lo vemos a continuación explicado de forma gráfica en el siguiente vídeo de JS Bonsaido.
La simetría perfecta en la colocación de las ramas del bonsái no queda natural ni armonioso. Incluso muchos maestros y aficionados encuentran mayor belleza en las imperfecciones y falta de simetría de las formas, coincidiendo con el concepto japonés de «wabi sabi«.
d) Dos ramas opuestas no deben nacer del mismo punto. De hacerlo, aparte de ser estéticamente inadecuado, harán que con el crecimiento y engrosamiento en ese punto a ambos lados del tronco, se forme un nudo que romperá la conocidad buscada en el tronco.
e) El árbol debe hacer una especie de reverencia hacia el observador, con una leve inclinación del ángulo de plantado hacia el mismo.
f) La colocación del árbol no la haremos en el punto central exacto de la maceta. Evitemos ese exceso de artificialidad.
g) Se eliminará cualquier rama que crezca hacia adentro del árbol bonsái, al igual que las ramas que se crucen entre sí o crucen sobre el tronco.
h) En el estilo moyogui (vertical informal) el movimiento del tronco es de izquierda-derecha o derecha-izquierda, nunca hacia adelante o hacia atrás. Movimiento del tachiagari (parte del tronco comprendida entre el nebari y la primera rama)
i) La profundidad de la maceta de cerámica no debe ser mayor que el diámetro del tronco del árbol.
j) Aplicaremos la regla de los tercios: el primer tercio del tronco debe estar desprovisto de ramas, que se encontrará en los dos tercios superiores del mismo.
La proporción aúrea. Cuándo el bonsái se encontró con las matemáticas.
Acabamos de mencionar a propósito de las proporciones de las ramas o parte verde del árbol con el tamaño total del mismo la regla de los tercios.
En el primer tercio, tenemos el nebari y el tachiagari.
Segundo tercio para la salida de las ramas principales de la estructura.
Tercio superior: para la copa o ápice del árbol.
La proporción áurea es la división armónica de una recta, de tal manera que el segmento menor es al segmento mayor como éste es a la longitud total de la recta.
Formulada por Marco Vitruvio, arquitecto y tratadista romano del siglo I antes de Cristo, planteaba la sección aúrea como la relación entre los de un rectángulo y su diagonal.
Fue el italiano Fibonachi en el siglo XVII cuando se estableció la relación entre las matemáticas puras y la Naturaleza al obtener una relación numérica donde cada número es la suma de los dos anteriores:
1 1 2 3 5 8 13 21 34 55 89 ..
Esta proporción se encuentra presenta en infinidad de elementos y procesos de la Naturaleza y aplicada al bonsái conseguimos árboles proporcionados, armoniosos que provocan visualmente confort al observador que los deleita.
En resumen, busquemos estos 3 puntos de partida en el diseño de nuestro árbol bonsái:
Conicidad. Presente tanto el el tronco del bonsái, más ancho en la base que en el ápice, como en las ramas principales, más gruesas en el nacimiento de las mismas que en los extremos.
Triangularidad. Una de las principales normas que debemos respetar, tanto el el conjunto del árbol como en las diferentes partes del mismo como en los volúmenes de masa verde.
Movimiento del tronco. Salvo en determinados estilos, como el recto informal, los troncos en el bonsái debe tener movimiento y armonía, sobre todo en su nacimiento o tachiagari (parte del tronco desde el sustrato a la primera rama). Las ramas no deben salir del interior de una curva, sino del exterior de las mismas.
Otros principios a tener en cuenta
El follaje de los árboles. Debe tener suficiente follaje en su árbol para asegurarse de que no se vea pobre o debilitado. En el diseño del bonsái el verdadero papel del follaje es mostrar la estructura del tronco así como las ramas de su bonsái.
No se debe recargar, los espacios vacíos son tan importante como los ocupados por las ramas. Debe haber un equilibrio que refleje la esencia de la forma madura de tus árboles. Como principiante en el arte del bonsái , trate de encontrar árboles con follaje compacto y hojas pequeñas. Aquí hay una lista de algunas especies más apropiadas para tal fin:
Cotoneaster
Granado enano
Enebro
Pyracantha
Raíces. Cuando vemos un árbol en la Naturaleza con un sistema de raíces que se extiende a lo largo de la superficie, percibimos la sensación de que el árbol está bien enraizado y allí para durar décadas o siglos incluso.
Ese es el mismo sentimiento que pretendemos evocar con las raíces de nuestros árboles bonsái. Primero, debes asegurarte de que el nebari (donde el tronco se encuentra con las raíces) sea visible en la superficie del sustrato.
A continuación, asegúrarse de que las raíces se extiendan uniformemente a lo largo de la maceta para dar la ilusión de estar firmemente anclado a la misma.
Por último, si es posible, expondremos la superficie de algunas de las raíces más grandes a medida que descienden del tronco al suelo, asegurándonos de que las raíces más grandes estén preferiblemente la parte posterior del bonsái para que no compita con el equilibrio del tronco y las ramas de la cara principal.
Vista frontal y trasera. A propósito de los diferentes lados del bonsái, el árbol siempre debe tener una «mejor vista» frontal y una vista posterior que agregue profundidad y equilibrio. El frente debería estar abierto, sin ramas que se dirijan hacia adelante al menos durante los 2/3 primeros del tronco.Igualmente el ápice del bonsái debería apuntar al frente.
La espalda, por otro lado, deberá mantener el follaje con la misma regularidad que el resto del árbol.
No dejar ramas cruzadas o superpuestas que puedan distraer al espectador o alejar su atención de los puntos de interés del diseño.
Aunque la parte posterior no es la parte del bonsái que se ve prioritariamente, es esencial para el equilibrio del árbol.
Cuándo vayamos a determinar la parte posterior desde el frente, es mejor dejar que la planta se desarrolle con la mayor naturalidad posible para contrarrestar la distribución del frente.
Principales estilos de bonsái
Vistas la reglas básicas que debemos respetar en la formación de nuestros árboles bonsái, otro aspecto fundamental en la formación de los mismos es el estilo a adoptar entre los varios disponibles.
Elegiremos el que mejor se adapte a la especie con la que estemos trabajando, la edad del bonsái o prebonsái y el objetivo final de nuestro planteamiento para ese árbol en concreto en virtud de sus características particulares. Estos son los más habituales:
Recto/vertical formal (Chokkan)
Recto informal/vertical (Moyogui)
Inclinado (Shakan)
Literati (Bunjingi)
En cascada (Kengai)
Semi-cascada (Han-kengai)
Azotado por el viento (Fukinagashi)
En escoba (Hokidachi)
Doble tronco (Sokan o bonsai Sokkan)
Troncos múltiples ( bonsai Kabudachi)
Plantado sobre roca (Ishisuki)
Bosques (Yose ue)
Aunque no hay que olvidar que los distintos estilos enumerados son el resultado de la observación de las distintas siluetas de árboles que podemos encontrar en la naturaleza tampoco debemos ser demasiado severos a la hora de aplicarlas siendo mejor buscar la naturalidad por encima por encima de directrices académicas aplicadas de forma estricta por las distintas escuelas de bonsái históricas.
Excelente información, ¿tendrías las directrices para cada estilo especifico? Quiero formar una cascada. Saludos