Si estás pensando en montar un huerto con macetas en tu balcón o terraza, estos consejos te serán de utilidad para que disfrutes de tu cultivo y obtengas buenos resultados.
¿Qué encontrarás aquí?
Iluminación
Todas las hortalizas necesitan luz para su perfecto desarrollo, de modo que la orientación de la terraza o el balcón es el factor más importante para instalar en ella un huerto en macetas. La mejor orientación de la terraza es hacia el sur, aunque una orientación a levante o poniente puede ser suficiente para que las hortalizas crezcan saludables.
Hay que tener en cuenta que en la ciudad, dependiendo de la época del año, la luz que llega a la terraza puede variar de forma considerable, pues en invierno el Sol pasa más bajo, de modo que si tenemos un edificio delante, es posible que en invierno haga sombra en nuestra terraza, al menos durante algunas horas, mientras que en verano dispondremos de más horas de luz.
Lo ideal es que las hortalizas reciban la luz necesaria para su crecimiento y que la maceta o la mesa de cultivo esté protegida del sol, especialmente en verano.
Así mismo, el viento es uno de los elementos que más daño hace a las hortalizas, y en según qué casos puede ser necesario instalar alguna barrera cortavientos. En climas cálidos, puede ser necesario, o al menos conveniente, establecer una malla que filtre los rayos del sol, disminuyendo así la temperatura ambiente y protegiendo a las hortalizas y sobre todo el sustrato, pues una excesiva temperatura quema las raíces.
Todos estos factores han de tenerse en cuenta a la hora de colocar las macetas o las mesas de cultivo, y para elegir un tipo u otro de hortalizas.
Si dispones de la luz adecuada puedes cultivar todo tipo de hortalizas, pero si no es así, puedes intentarlo con hortalizas de hoja y de raíz, como espinaca, apio, col, coliflor, lechuga, puerro, acelga, escarola. También las habas, guisantes, fresas, y muchas aromáticas, como perejil, cilantro, menta y orégano pueden desarrollarse bien con menos luz.
Las hortalizas de fruto, como tomates, pimientos, berenjenas, melones o calabazas, entre otras, requieren de muchas horas de luz, y no se desarrollarán bien en una terraza con poca iluminación.
Espacio
Normalmente, en un balcon o terraza se dispone de un espacio reducido, de modo que es necesario optimizarlo al máximo para poder cultivar un mayor número de hortalizas.
Como norma general, los recipientes para las hortalizas más grandes los colocaremos en el suelo, y los que vayan a ser destinados a hortalizas más pequeñas, serán situados bien en la barandilla o en la estructura para huerto vertical.
Algunas hortalizas de porte medio grande podrán cultivarse en maceteros colgantes, de arriba abajo, como los tomates, habas guisantes, judías y pepinos.
Es conveniente tener una buena organización para que el cuidado de tus hortalizas sea placentero, de modo que colocar todas las herramientas de forma ordenada en un mueble adecuado, situado en un lugar con poca luz, y disponer de un grifo en la terraza, siempre que sea posible, son cosas importantes a tener en cuenta, para no realizar más trabajo de la cuenta, y disponer de más tiempo para contemplar las hortalizas, pues la observación detenida de las plantas es fundamental para aprender a reconocer lo que necesitan y se disfruta mucho más.
Una forma de optimizar el espacio es combinar en las macetas variedades de crecimiento lento y gran porte con otras de crecimiento rápido de porte más pequeño, de forma que cuando la variedad grande requiere más espacio la variedad de crecimiento rápido ya ha sido recolectada. La asociación tipica de este tipo es la de col y lechuga.
Macetas y recipientes
La profundidad adecuada para el cultivo de hortalizas es de 20 a 40 cm, si bien hay algunas hortalizas que pueden cultivarse en recipientes más pequeños, como la lechuga, acelga, espinaca, o zanahoria así como muchas aromáticas y condimentarias.
Hay que tener en cuenta que en una maceta grande adecuada al tamaño de la hortaliza no será necesario un abono suplementario, mientras que en una maceta más pequeña si lo será una vez que las raíces hayan colonizado el macetero, y valorar, según las circunstancias particulares, cuál es la mejor opción.
La temperatura del sustrato es otro factor esencial para la salud de las hortalizas, de modo que en climas cálidos en verano será conveniente utilizar macetas de color blanco, cubrirlas con rafia o cualquier otro material, colocar mallas de sombraje o utilizar macetas más grandes donde se regula mejor la temperatura.
Las macetas de barro son perfectas para climas cálidos, si bien pesan más, son más caras y hay que regar más a menudo por la transpiración que se produce en ellas.
Según el material, tenemos macetas de plástico, de barro y de madera. Según la forma, tenemos macetas redondas, cuadradas y rectangulares.
Además de los modelos clásicos, podemos instalar huertos en terrazas y balcones en forma vertical, gracias a estructuras que nos permiten colocar macetas en diferentes alturas. Los huertos verticales pueden ser una buena solución cuando el espacio es muy reducido.
En cuanto a las mesas de cultivo, son muy cómodas y prácticas, pero debemos tener en cuenta que para variedades de porte alto, si tenemos un techo encima de nuestro balcón, éste puede limitar su crecimiento, y en verano, al pasar el sol casi de forma perpendicular, quizá no obtengan toda la luz que necesitan.
Si es así, podemos disponer de una mesa de cultivo para variedades de porte medio y macetas o huertos de suelo para cultivar las variedades de porte alto que necesiten muchas horas de luz.
Las mesas de cultivo de madera son el mejor medio para cultivar tus plantas. Además de poseer sistemas de drenaje, se les aplica tratamientos especiales para evitar la pudrición de la madera por el agua de riego y el deterioro por los rayos del Sol. Al ser un producto de calidad, requieren una inversión inicial que se rentabiliza con el tiempo, pues con los cuidados necesarios duran muchos años.
Si tienes claro que quieres cultivar tus hortalizas en casa, es sin duda la mejor opción, pero si antes quieres probar qué tal te va, hay otras alternativas más asequibles con las que también se obtienen buenos resultados.
Herramientas
Algunas son más necesarias que otras, pero todas son útiles y facilitan las labores de mantenimiento del huerto. Las más importantes son:
-Guantes: no son imprescindibles, puesto que el cultivo en macetas es una actividad mucho más liviana que las tareas del campo, pero pueden ser útiles para proteger la piel, especialmente en el manejo de fitosanitarios.
-Una pala pequeña para mezclar el sustrato y trasplantar las plántulas de los semilleros.
–Tijeras para cortar ramas y recolectar frutos. También puede ser útil un cuchillo o navaja para recolectar hortalizas como la col.
-Rastrillo para romper la costra superficial del sustrato y favorecer la aireación.
–Regadera, preferiblemente de lluvia fina. Si disponemos de toma de agua, una manguera facilitará la labor de riego, pero un sistema de riego por goteo o exudación con programador sin duda será la mejor opción, permitiéndonos, por ejemplo, viajar unos días sin tener que preocuparnos de las hortalizas.
-Tutores para guiar tomateras, guisantes, judías, y otras variedades de porte alto.Deben ser colocados al principio del cultivo, para no dañar las raíces de las hortalizas.
–Bandejas para semilleros. Hay de diferentes formatos, para plantones pequeños, como lechugas, acelgas, cebollas, y otras más grandes para hortalizas como tomates, pimientos o calabacines. Si nos decidimos a cultivar nuestros propios plantones, necesitaremos, para adelantar el trasplante, de un pequeño invernadero, o habilitar un espacio protegido del frio para que estén listos al principio de la primavera.
-Macetas de distintos tamaños. Preferiblemente con una profundidad de al menos 20 cm para hortalizas de gran porte, y las macetas más pequeñas pueden utilizarse para cultivar aromáticas, condimentarias, medicinales y hortalizas de porte más pequeños como lechugas y cebollas.
-Abono líquido y sólido. Mejor ecológico. El abono orgánico mantiene vivo el sustrato y evita su deterioro.
-Fitosanitarios. Mejor ecológicos. Principalmente son preventivos, su acción consiste en fortalecer las hortalizas y proveerlas de las defensas necesarias frente a hongos e insectos.
-Pulverizador para aplicar tratamientos fungicidas e insecticidas. Siempre de lluvia fina, para aprovechar al máximo los tratamientos.
-Vaso medidor o pipeta para medir las dosis de los abonos y tratamientos. Calcular la dosis exacta te hará ahorrar en abonos y tratamientos y evitará que tengas problemas por utilizar algún producto en exceso.
Estos son los consejos básicos para comenzar a cultivar hortalizas en casa, una actividad en la que siempre se está aprendiendo cosas nuevas, en la que todos los años la naturaleza nos trae algún regalo.
¡Disfrútenlo!