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La piscina

La piscina, como cualquier elemento de agua que situemos en nuestro jardín va a atraer inevitablemente la mirada de los visitantes.

Además se trata de un elemento del jardín al que dedicaremos una buena parte del espacio disponible, y por tanto no debería ser exclusivamente funcional.

Deberemos cuidar mucho su aspecto estético, como encaja en el entorno del jardín, tanto en las épocas del año que se encuentre en uso, como en aquellos meses frios en los que nadie se bañe.

En invierno no se debe descuidar el mantenimiento de la piscina, de hecho dados los actuales problemas de sequía resulta de lo más recomendable mantener el agua de un año para otro. Por tanto hay que tomar medidas para conservar el agua limpia, en buen estado, todo el año: añadiendo cloro y haciendo funcionar la depuradora regularmente. Se puede incluso instalar una cubierta de lona que nos facilite el mantenimiento durante los meses de inactividad.

Conviene construir nuestra piscina en una zona soleada; incluso en verano podemos pasar algo de frio si permanecemos mojados en zonas umbrías del jardín. Si bien es posible tener vegetación en las inmediaciones, si que conviene mantener una cierta distancia que nos facilite tanto el acceso a todos sus puntos, como su limpieza y mantenimiento periódico.

De igual forma es conveniente no tener vegetación colgando justo sobre el agua para evitar la presencia de molestos insectos flotando tras caer de las plantas. Por no hablar de la hojarasca que deberíamos retirar continuamente.

Al igual que con un estanque, en el diseño de una piscina podemos ser imaginativos. No es necesario recurrir forzosamente a la clásica forma rectangular. Piscinas redondeadas, lobuladas, pueden encajar armoniosamente en nuestro diseño de jardín. Es cierto que no serán las más aptas para nadar, pero una rectangular tampoco lo será a menos que tenga un tamaño respetable.

Instalar una piscina no es tan complicado como pudiera parecer; las empresas especializadas pueden instalarlas en pocos días personalizando buena parte de sus características.

Incluso es posible recurrir a modelos de piscinas prefabricadas que reducen en cierta medida los costes y el tiempo de instalación en comparación con las de obra.

Por último existe la solución de las piscinas desmontables, mucho más económicas y adecuadas para espacios realmente pequeños. Sólo debemos consultar a los fabricantes e instaladores especializados en piscinas.

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