Es sin duda el rey de las coníferas cuando pensamos en un bonsái. Con sus agujas de color verde brillante, su corteza rugosa y su aspecto tan característico representa por antonomasia la imagen típica de un árbol bonsái.
Veamos algunos de los rasgos que lo hacen tan apreciado.
Características del Pino Negro Japonés
Esta conífera perteneciente a la familia de las pináceas es la típica especie que los aficionados al bonsái incluyen entre sus árboles.
Originario de zonas costeras de Japón, China y Corea su vigor, su corteza cuarteada de colores negros y plateados y su capacidad para reducir el tamaño de la hoja con un pinzado y cultivos adecuados le hacen especialmente indicado y elegido por muchos aficionados al bonsái.
Las acículas, de entre 7 y 12 cm de longitud están agrupadas por pares con una vaina blanca en la base y puntiagudas en su extremo. A continuación recogemos los principales cuidados del bonsái pinus thunbergi.
¿Qué encontrarás aquí?
Ubicación
Exterior donde reciba mucha luz y sol abundante, lo que favorecerá también la reducción del tamaño de la hoja. También agradece algo de humedad ambiental. Capaz de soportar temperaturas bajo cero e inclemencias invernales severas.
No debemos olvidar la importancia de éste punto a la hora de comprar pino thunbergii.
Riego
Como el resto de coníferas dejaremos secar la tierra superficial del sustrato entre dos riegos. La humedad constante no es aconsejable para el sustrato, que debe drenar perfectamente.
Abonado
El abonado se administrará durante primavera y otoño principalmente, reduciéndose su aplicación en verano e invierno. Principalmente en otoño, cuando el árbol está haciendo acopio de energía para la brotación de la próxima estación el abonado debe ser especialmente rico en nitrógeno.
Utilizaremos preferentemente un abono orgánico deliberación lenta. Algunos abonos de fabricación artesanal incluyen harina de colza, de hueso triturado y emulsión de pescado, colocándose alrededor de la superficie del sustrato y de una duración aproximada de un mes.
En definitiva abono orgánico sólido y suplementos de hierro si no hay kiryuzuna en el sustrato al menos un par de veces anualmente.
También sería interesante aportar algo de potasio extra al final de la temporada de crecimiento.
Transplante
De dos a cuatro años dependiendo de la edad del ejemplar, al comienzo de la primavera, antes de que las nuevas yemas comienzan a desarrollarse. Conservar parte del sustrato renovado para no eliminar por completo las micorrizas del mismo. No excederse a la hora de cortar raíces.
Tampoco hacer coincidir el transplante con podas severas de ramas o pérdida importantes de masa verde.
El sustrato utilizado a la hora de trasplantar es recomendable sea muy poroso, con poca o ninguna materia orgánica (akadama y otros elementos drenantes como arena de río o roca volcánica).
Durante dos semanas aproximadamente lo protegeremos de la luz directa del sol.
En el canal de Youtube de Caminando entre bonsaís encontramos la descripción la técnica del transplante para ésta especie en el siguiente vídeo.
Sustrato
Recomendable 50% akadama y 50% kiryuzuna por el hierro que éste aporta y que precisa ésta especie. Como sustituto de la kiryuzuna podemos añadir humus de lombriz con grava o arena de río.
Pinzado
Los brotes se acortan en primavera (pinzado con los dedos de las velas o metsumi antes de que éstas desarrollen las nuevas acículas) y en verano se hace una selección de los mismos, eliminando los fuertes o en número excesivos (mekiri).
Esto obliga al árbol a emitir una segunda brotación antes de que llegue el invierno.
Normalmente dejamos dos yemas, buscando la horizontalidad de las mismas. Las mas fuertes si la zona es mas débil (zonas inferiores) y las yemas mas pequeñas si la rama es fuerte (tercio medio y ápice). Podemos también eliminar algunas agujas dejando los brotes con un par de pares de agujas, será suficiente. Jesús Martín nos lo explica más detenidamente desde su canal Tribubonsai de Youtube.
En el pinzado se deben eliminar 2/3 de la vela que el árbol emite en primavera como nueva brotación. En el caso de que dichas velas superen los 3 cm se deben eliminar completamente con lo cual obligaremos al árbol a desarrollar una segunda brotación más pequeña en esa misma zona.
Durante el verano y el otoño es conveniente reducir las velas 1/3 de su tamaño con lo cual favoreceremos que en éstas zonas se produzca una brotación más compacta la próxima primavera.
Hay 2 métodos para igualar la fuerza de las velas en las diferentes secciones del árbol. En el primero se corta la vela a igual distancia de la base que el ancho de la misma y de forma progresiva: empezando por las ramas inferiores y a los 10 días realizar la operación con las ramas intermedias, finalmente después de otros 10 días las ramas superiores.
Éste proceder favorece el crecimiento de las ramas más débiles de forma incremental permitiendo que se igualen con las superiores.
El segundo método para igualar el crecimiento de las distintas ramas es cortar las velas de los brotes superiores dejando un fragmento de la misma, con lo cual inhibimos la aparición de nuevos brotes en la base; en las ramas inferiores cortaremos todas las velas por la base de las mismas, realizando el pinzado en todas las ramas a la vez.
Controlaremos la evolución de los brotes y retiraremos los restos de velas en aquellas ramas con crecimiento menor de lo deseado.
Es conveniente controlar el riego reduciéndolo éste ligeramente durante la etapa de formación de las nuevas yemas, para que éstas no se alarguen demasiado.
En diciembre podremos eliminar las hojas de las ramas dejando de 6 a 7 pares de agujas en la parte superior, de 10 a 15 en las ramas centrales e interiores y un número mayor en las ramas inferiores, (más débiles) y por lo tanto más necesitadas de acículas. Para desprenderlas tiraremos hacia arriba en el sentido de crecimiento de las mismas.
Distintos tipos de hoja en un mismo árbol
Podemos encontrar en un mismo árbol en formación acículas de dos tamaños: pequeñas (las que crecieron éste año, de color más claro) y otras de mayor tamaño, 10/15 cms. que provienen de las velas que no se cortaron a mediados de año (generalmente para vigorizar alguna parte del pino). Recordemos brevemente las 3 etapas del metsumi:
- Limpieza al principio de año de agujas.
- Junio/julio, se cortan las velas de ese año, dependiendo del tamaño del bonsái.
- En Octubre aparecen los nuevos brotes, más pequeños, de los cuales haremos una selección de los más óptimos.
Con sucesivos años de cultivo se consigue la microfilia del conjunto de todas las agujas del pino.
Pauta de crecimiento del PNJ
Para cierto grupo de aficionados al bonsái hay cierta confusión a la hora de establecer qué trabajos se deben realizar sobre el pino negro japonés o sobre los pinos en general, pues sus pautas de crecimiento difieren notablemente de los árboles caducos y son ciertamente particulares.
A lo largo de las diferentes fases de la vida de un PNJ así como el vigor, edad o forma que presenta se deben planificar unas actuaciones u otras. Repasamos las mismas en función de las distintas edades del bonsái.
Árbol jóven o prebonsái
Las ramas de sacrificio son la mejor herramienta para conseguir engrosar el tronco del bonsái de forma notable durante estos primeros años de vida.
El reto para el bonsaista está en saber equilibrar la fuerza de ésta con el crecimiento del resto de ramas, que a la larga serán las que definan realmente el diseño futuro del árbol.
Estas ramas bajas que respetaremos para el diseño las pinzaremos en primavera para densificar y crear ramificación secundaria.
Para evitar el debilitamiento de ésta zona del árbol, iremos recortando y/o sustituyendo la rama de sacrificio por otras inferiores para equilibrar parte de la fuerza del árbol y potenciar las masas verdes inferiores.
Cada vez que reduzcamos el tamaño del la rama de sacrificio a un tercio de su longitud provocaremos que la mayor parte de su vigor pase a la rama inferior.
Manteniendo la rama de sacrificio a la vez que conservamos y desarrollamos las ramas terminadas conseguiremos a la vuelta de cuatro o cinco años mejorar significativamente el aspecto y calidad de estos pinos.
En otoño eliminaremos parte de el aguja vieja si esta es abundante (no recomendable en ejemplares con poca densidad de follaje y de aspectos débil).
Durante el trasplante, examinaremos el estado de las raíces, eliminando las cruzadas, desenredándolas y extendiéndolas para conseguir a futuro un nebari correcto.
En primavera, para potenciar un mayor crecimiento de nuestros jóvenes árboles abonaremos regular y consistentemente.
El verano es el momento más propicio para reducir el tamaño de las ramas de sacrificio mencionadas anteriormente.
Árboles semi-maduros
La ramificación madura aún es escasa y el grosor deseado del tronco aún no se ha alcanzado.
No pinzaremos ni cortaremos las ramas principales del diseño que queramos engrosar aún un poco más, dejándolas crecer libremente.
En árboles debilitados sólo pinzaremos los brotes fuertes, si los hay.
Árboles maduros
Ya tenemos una ramificación equilibrada. El pinzado será de mantenimiento de la estructura deseada.
Poda
La eliminación de ramas gruesas la realizaremos cuando el movimiento de savia esté parado.
Alambrado
Podremos realizarlo en cualquier época del año pero en primavera prestaremos especial atención a él para evitar marcas indeseadas. La flexibilidad de la madera de pino negro japonés facilita su modelado.
Enfermedades
Sensible al pulgón lanígero y las cochinillas.
Multiplicación
Por semillas ( éstas precisarán de estratificación fría durante al menos 60 días y estar en remojo 24 horas antes de la siembra) y por injertos de yema para ubicar ramas donde no las tenemos. Es más problemático para reproducirlo por esquejes.
En el canal de Youtube de Cultivo Paso a Paso encontramos ésta detallada descripción del proceso.
En resumen, una de las especies más utilizadas en el cultivo de bonsáis, por su belleza, resistencia y posibilidades de diseño.
Caso práctico: evolución prebonsái
Julio 1er año
Partimos de un material de vivero, un pino negro japonés con un tronco largo y recto pero con una curva muy interesante en la base del mismo, a la altura del nebari.
Se decide realizar un injerto de pino en éste punto para tener brotación verde a baja altura y conseguir en el futuro un shohin compacto y potente.
El injerto se realizó un año atrás, y a pesar del tiempo trascurrido es conveniente manipular el árbol con cuidado para evitar golpes o tirones accidentales que podrían desprender dicho injerto con facilidad.
Para mayor seguridad es recomendable dejar incluso más tiempo el injerto protegido antes de eliminar el plástico.
Septiembre
Se eliminan las agujas que crecieron durante la primavera para que la luz del sol penetre hasta el tronco. Se eliminan los brotes axilares que no nos interese dejar para el diseño, así como las hojas de la base de las ramas, dejando sólo masa verde en el extremo de las mismas:
Julio 2º año
A mediados de Julio es la mejor época para pinzar los nuevos brotes a la vez que dejamos algunas ramas de sacrificio para contribuir a una rápida cicatrización de las heridas:
0.55 – 3.50: Cortaremos la parte de los nuevos crecimientos que crecieron este año.
Simultáneamente podemos eliminar parte de las acículas maduras de años anteriores, para despejar la salida de las ramas, demasiados tupidas con las hojas.
3.50 – 5.22: Tratamiento de los cortes de poda antiguas. Limpiamos el corte con una gubia o similar de restos de madera putrefacta, restos de moho y suciedad.
5.23 – 5.55: Aplicamos una capa protectora de pasta selladora de cicatricación en la herida una vez está limpia.
Agosto 3er año
Retrocediendo la brotación.
0.30 – 7.43: Desde principios de verano éste prebonsái fue abonado generosamente para preparar al árbol para ésta técnica, conocida como «back-budding», o simple pinzado de brotes nuevos para activar otros brotes latentes en las partes vegetativas activas de la planta.
7.44 – 7.56: Eliminamos parte de la rama de sacrificio para concentrar la energía del árbol en la ramificación inferior, con la que se construirá el diseño futuro del árbol.
7.56 – 9.40: Quitamos el moho, musgo y suciedad que pueda haber en el tronco del pino.
9.40 – 13.15: Limpieza de una poda anterior. Las heridas de podas severas realizadas con anterioridad las limpiamos con gubia o cutter para añadir posteriorimente pasta protectora cicatrizante.