El repicado es una labor intermedia que se realiza entre el plantado inicial de la semilla, tras la germinación de ésta y el trasplante propiamente y cuya finalidad es conseguir un nebari futuro cónico y con un sistema de raíces radial.
Repicado de coníferas
El término repicado propiamente dicho contempla dos acepciones:
- Como el acto de arrancar la semilla germinada (plántula) para plantarla en otro contenedor. La causa suele ser la alta densidad de germinación del semillero que hace las plantas compitan por la luz.
- Como la acción de recortar, podar o seccionar la raíz principal de la plántula (raíz pivotante) con el fin de mejorar su sistema radicular, haciéndolo más corto, compacto y eficaz.
Estas operaciones se deben realizar durante las primeras semanas de vida de la semilla, cuando ésta ha comenzado a brotar y desarrollar un primario sistema de raíces y todo ello bajo condiciones controladas de temperatura y humedad para que pueda sobrevivir con éxito a una actuación tan agresiva.
No obstante debemos contar con que no sobrevivan todos los ejemplares sometidos al repicado. La tasa de mortalidad de los mismos dependerá de los cuidados posteriores, las condiciones de humedad, insolación y fortaleza propias de cada plántula.
Con la aplicación de algún producto fungicida combatiremos la aparición oportunista de cualquier brote ocasional de hongos. También resultará importante el uso de hormonas enraizantes ayudará para conseguir una mayor tasa de éxito.
Ésta técnica nos permitirá conseguir unos hermosos bonsais desde semilla, con nebaris perfectos.