Hay que cortar todas las velas largas de este año. Fijémonos en que los crecimientos de las ramas de abajo suelen tener menos fuerza que las de arriba. Las yemas de arriba están mucho más claras.
El momento de hacerlo es ahora, primera quincena de julio, es un momento propicio porque el árbol ya ha consumido mucha energía y entonces la próxima acícula que eche va a ser muy pequeñita que es lo que buscamos ahora, la reducción del tamaño de la aguja, siempre que sean pinos pequeños, tamaño shohin o mini bonsái como estos.
Si aplicamos ésta técnica en pinos grandes nos dará una hoja ridículamente pequeña, no acorde con su tamaño.
El control de la acícula se hace mediante el pinzado. No recortando el tamaño de las acículas con tijeras.
Es tan sencillo como saber lo que hay que hacer y cuándo hay que hacerlo. Si este trabajo se hubiera hecho mucho antes el árbol tendría mucha más fuerza y la próxima acícula sería demasiado grande. En un árbol tan pequeñito es ridículo que tenga una hoja tan grande, como hemos mencionado con anterioridad.
Eso es lo que se busca; el control de la acícula, la multiplicación de la brotación.
Una vez cortadas todas las velas nuevas de éste año, procedemos a realizar un trabajo que deberíamos haber hecho antes y es quitarle los pares de acículas en las zonas más bajas, dejamos sólo cuatro pares de acículas en las zonas más bajas y menos vigorosas.
Se pueden ir quitando con los dedos las de atrás y luego ir afinando en las puntas con las pinzas.
En las partes altas del árbol dejamos dos o tres pares de acículas nada más porque es la parte más vigorosa y de esa forma devolvemos el equilibrio general a la planta.
La reducción de la aguja se debería conseguir siempre mediante cultivo.